Sebastien Ogier, séptuple campeón del mundo, ganó este domingo y con Toyota el 89° Rally de Montecarlo. Fue la octava vez que el piloto francés triunfó en el clásico del WRC (Campeonato Mundial de Rally, por su sigla oficial en inglés), lo que se constituyó en un récord: nadie ganó más veces que él la prueba en toda su historia. Una historia que comenzó en 1911, cuando Antony Noghès, hijo del entonces presidente del Automóvil Club de Mónaco, organizó por primera vez la competencia con la intención de promover el turismo en el Principado.
Tras su victoria en esta nueva edición del célebre rally, delante de su compañero galés de la escudería Toyota, Elfyn Evans, Ogier supera en el palmarés monegasco a su compatriota Sebastien Loeb (triunfó en 7 oportunidades), nueve veces campeón del mundo.
En su última temporada en el WRC, antes de su anunciada retirada, Ogier dominó la primera fecha de la temporada ganando ocho tramos cronometrados de los 14 previstos. El evento, en su 110° aniversario y de forma atípica, se concretó sin público, debido a la pandemia de coronavirus.
Ogier venció por 32,6 segundos a Evans, que completó un 1-2 de Toyota, y al belga Thierry Neuville (Hyundai), tercero, por más de un minuto (1m13s5/10, exactamente).
”Estoy muy feliz; el auto anduvo bárbaro. Quiero agradecer a Toyota y dar la bienvenida a Jari-Matti Latvala como nuevo jefe del equipo Toyota Gazoo Racing. Ha sido verdaderamente un placer. Tengo casi lágrimas en los ojos. Pienso que fue una buena decisión correr un año más”, declaró Ogier, antes de que sonase la Marsellesa en el podio, al lado de su navegante y compatriota Julien Ingrassia; y ante la mirada del presidente de la Federación Internacional del Automóvil (FIA), Jean Todt, presente en la ceremonia de premiación.
Ogier, nacido en Gap, por lo que corrió en casa, en su región, logró su 50ª victoria en WRC, pese a problemas de frenos el jueves, un pinchazo y un trompo el viernes o “el tramo cronometrado más resbaladizo de mi carrera”, tal como lo calificó, el sábado.
El joven finlandés de Toyota Kalle Rovanperä, de 20 años, y el español de Hyundai Dani Sordo terminaron en cuarta y quinta posición, respectivamente. Sexto fue otro piloto de Toyota, el japonés Takamoto Katsuta; séptimo, el noruego Andreas Mikkelsen (Skoda), ganando en WRC2 (la segunda división del WRC); y octavo, el británico Guy Greensmith (Ford).
En Constructores, Toyota superó a Hyundai, que no pudo sumar con el estonio Ott Tänak, campeón del mundo de 2019 y que abandonó el sábado tras dos pinchazos, y a M-Sport Ford, que vio como Teemu Suninen se salía del camino espectacularmente el jueves.
Neuville, vencedor el año pasado en Montecarlo y que acaba de sustituir a su navegante, con el que estuvo diez años, Nicolas Gilsoul, fue tomando confianza a lo largo del fin de semana, para terminar tercero, con dos especiales ganadas. Su actual navegante es Martijn Wydaeghe, quien llevó adelante un notable trabajo en el debut con su compatriota.
12 carreras forman el calendario de este año. La próxima será el Rally Ártico (26-28 de febrero) en el norte de Finlandia, en una prueba cien por ciento de nieve en los límites del círculo polar.