En el marco de la pandemia de coronavirus y tras la llegada de la segunda ola de contagios, el ministro de Educación Nicolás Trotta indicó se reunirá con sus pares de Provincia y Ciudad para insistir en una “presencialidad administrada”, que antes de que se anuncien las nuevas medidas de restricción, y volvió a criticar las protestas.
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“No podemos tener fanatismo de presencialidad nunca ni presencialidad absoluta, menos en pandemia. No es lo que condiciona el compromiso con la educación”, consideró el funcionario nacional en declaraciones radiales.
“Hay que dejar la disputa política de lado para no sumarle angustia a las familias, que hay clases o no clases, que a algunos les importa la educación y a otros no quieren presencialidad, es una realidad de una enorme complejidad y mientras nos golpean los récords de fallecidos” puntualizó en diálogo con Radio La Red.
El funcionario a cargo de la cartera educativa manifestó su postura tras las protestas por parte de los padres por la suspensión de clases en la región del AMBA (Área Metropolitana de Buenos Aires), que en la Ciudad la justicia pidió garantizar y que generó cruces entre la administración que lleva adelante Horacio Rodríguez Larreta y Gobierno nacional.
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El conflicto será dirimido en la Corte Suprema de Justicia, quien le pidió al procurador general, Eduardo Casal, analizar las últimas presentaciones a favor y en contra del DNU que suspendió por quince días las clases presenciales únicamente en el AMBA.
La escuela: un espacio de bajo riesgo de contagio
El ministro de Educación volvió a insistir en que las instituciones escolares son un espacio de bajo riesgo de contagio, ya que dentro del trabajo escolar se utilizan protocolos muy estrictos. No obstante, advirtió que el desafío sigue siendo la circulación de personas, junto con otro elemento a resolver que es la “sociabilización” de los chicos luego de las clases.
Al respecto, Trotta destacó la reunión entre el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, con sus pares de Ciudad y Provincia, Felipe Miguel y Carlos Bianco, para analizar posibles medidas para contener el avance de la segunda ola de pandemia en el Área Metropolitana de Buenos Aires.
“Lo que proponemos, pero hay que ver si la realidad epidemiológica lo permite, es que haya una restricción de la presencialidad que tenemos ahora: disminuir la intensidad”, señaló y detalló que eso “lo van a definir las jurisdicciones”. Dado que el objetivo es priorizar los primeros y últimos años y años escolares, así como aquellos estudiantes que hayan tenido poca continuidad pedagógica.
El ministro volvió a insistir que las definiciones están atadas a la realidad que plantea la pandemia de COVID-19, con una curva de contagios alta y una preocupante ocupación de camas.
“Tenemos que ver el impacto del ultimo DNU en cuanto a los últimos desafíos que teníamos, disminuir la curva de contagios, poder liberar un sistema sanitario al borde del colapso y a partir de ello abordar el tema con especialistas”, detalló.
La relación con la Ciudad
Nicolás Trotta se refirió a la relación con la ministra de Educación de la Ciudad de Buenos Aires, Soledad Acuña, quien tras su ausencia pública días antes en medio del conflicto por la presencialidad, manifestó que no le atendía el teléfono.
“La relación con el gobierno de la Ciudad es permanente, hemos intercambiado mensajes ayer y mi equipo viene conversando con la ministra permanentemente”, expresó el ministro quien destacó que la presencialidad para el Gobierno nacional es “fundamental”, pidió no “politizar” el tema y construir consenso para buscar una solución.