El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, reconoció este viernes que la crisis humanitaria de su país es “enorme” y reiteró su denuncia: según él, la nación atraviesa esta situación debido a las sanciones económicas a su Gobierno.
De acuerdo a Maduro, las trabas más restrictivas son impuestas por los Estados Unidos, pese a que la situación crítica comenzó años antes de que el país fuera sancionado.
El mandatario venezolano hizo este pronunciamiento a propósito del fin de la visita de 12 días al país por parte de Alena Douhan, la Relatora Especial de las Naciones Unidas sobre el impacto negativo de las medidas coercitivas unilaterales en el disfrute de los derechos humanos.
En una rueda de prensa, la representante de la ONU aseguró que las sanciones aplicadas por los Estados Unidos a Venezuela “exacerbaron las calamidades en el país suramericano”.
“Reconozco el efecto devastador de las sanciones sobre los derechos humanos, como la alimentación, la vida y la educación”, indicó, y aseguró que las restricciones de los últimos años empeoraron la crisis en Venezuela, aunque no afirmó que fueron el origen de la situación, tal como sostiene Maduro.
”La relatora ha hecho un llamado al gobierno estadounidense y a la Unión Europea (UE) para que revisen y levanten las sanciones contra Venezuela porque han incrementado esta crisis gigantesca contra el pueblo”, dijo Maduro, que hasta mediados de 2019, negaba la existencia de la urgencia humanitaria.
El jefe de Estado, desde entonces, ha venido aceptando ayudas y donativos de organismos internacionales y países aliados. ”Las restricciones vulneraron el estado de bienestar social e impactaron fuertemente en las misiones sociales, con un gran daño al país”, consideró.
Asimismo, Maduro se refirió a las declaraciones que hizo Douhan, antes de abandonar Venezuela, y anticipó que estudiará los “elementos” que estableció en su informe.
Con información de EFE.