Máximo Kirchner, el jefe de bloque de “Frente para Todos”, fue el encargado de cerrar la sesión en diputados, luego de 20 horas de debate. Y aprovechó su discurso para ir contra el expresidente Mauricio Macri al recordar que ignoró la promesa de campaña de eximir del pago del impuesto a las ganancias a todos los trabajadores.
“No fue una locura, un error ni una promesa política. Fue una decisión política que tenía que ver con mentir, con la ayuda de algunos medios de la Capital que fueron comprando y otros del interior como propagadores de esa mentira”, sostuvo, y luego se refirió a lo sucedido en 2015, cuando Cambiemos ganó las elecciones presidenciales.
“El ballotage se define por 678.774 votos. ¿Cuántos trabajadores se pudieron haber ilusionado, que creyeron en la palabra de Macri con todos los medios de comunicación como patovicas infaltables? En ese momento estaban alcanzados por el impuesto a las ganancias 1.119.000 trabajadores, el doble de la diferencia que se obtiene en el ballotage. Ese punto y medio de ventaja en un ballotage después desata también una forma de gobierno”, enfatizó, y luego disparó contra el expresidente Macri: “El trato que ha tenido (Alberto) Fernández con la oposición ha sido mejor que el que tuvo Macri con nosotros, incluso mejor que el partido radical tuvo dentro del propio gobierno de Mauricio Macri. Tanto que quiere afiliar a Perón y no habla de Yrigoyen ni de Alem. Si le mencionan a (Sergio) Karakachof piensa que es el 9 del Spartak de Moscú, ustedes saben de quién estoy hablando”.
“Fue una decisión política, porque no cobrar el impuesto implicaba dejar de recaudar 60 mil millones de pesos. A plata de hoy estaríamos hablando de 420 mil millones de pesos. Era imposible, por eso no pudo haber errores técnicos tan grandes. Hubo una decisión política de ganar una elección como fuera -enfatizó-. Hay una segunda decisión política, porque pudiendo cumplir al menos en parte aquella promesa de campaña, el gobierno decide eliminar las retenciones del maíz y de trigo. Hubo una decisión de beneficiar al sector más poderoso y concentrado en la Argentina y favorecer sus exportaciones”.
Después Máximo Kirchner se permitió dudar de la voluntad de diálogo expresada por la oposición. “Alberto, a diferencia de Cristina, es una persona que dialoga. Ahora el diálogo es una debilidad. La expresidenta tiene otros medios. Este presidente es un presidente que busca dialogar y que los ha convocado siempre. A diferencia de Macri, que la persiguió y buscó suprimirla”.