Finalmente este martes Mako, la princesa de Japón, se casó con su pareja, Kei Komuro. Pero para llevar a cabo la boda, la mujer de la pareja tuvo que renunciar a la familia real, lo cual generó una gran controversia a nivel nacional y mundial.
Mako optó por elegir como su esposo a Kei Komuro, de quien fue novia desde la universidad, y por lo tanto, tuvo que renunciar a su estatus real.
Por qué Mako tuvo que renunciar a la familia real de Japón
Según lo estipulado por la ley japonesa, los miembros masculinos de la realeza que decidan casarse con una plebeya, podrán hacerlo sin mayores dificultades.
Pero esta regla no aplica igual para las mujeres de la realeza nipona. Y es que al tomar esta decisión de desposarse con un plebeyo, estarán perdiendo su posición dentro de la familia imperial.
Ante esta situación, Mako rechazó los ritos tradicionales de una boda real y también el pago que se le ofrece a las mujeres cuando deciden retirarse de la familia imperial. Este mismo consiste en cerca de 152 millones de yenes, el equivalente a 1,17 millones de euros.
Así, Mako se convirtió en la primera mujer en rehusarse a aceptar ambas tradiciones. Y también es la primera vez luego de la Segunda Guerra Mundial, que no se paga esta compensación.
Quién es Mako
Además de ser princesa de Japón, Mako, de 30 años, es la sobrina mayor del emperador de este país, Naruhito y también la hija mayor del príncipe heredero, Fumihito, de allí su status imperial.
Tras el casamiento, registrado en el municipio de Tokio, se prevé que la pareja se irá a vivir a los Estados Unidos, donde Komuro, su esposo, trabaja como abogado.
Esta unión matrimonial finalmente se llevó a cabo luego de transcurridos cuatro años de haberse efectuado el anuncio oficial de la pareja.
Mako y Kei Komuro se casaron este martes
Luego del casamiento, se creía que la pareja ofrecería una rueda de prensa. Pero en su lugar, los recién casados hicieron una breve presentación y tras ello distribuyeron respuestas ya escritas a las cinco preguntas que previamente debió realizar la prensa.
Por la “enorme sensación de ansiedad” de Mako, según informó la agencia de la casa real, la decisión del casamiento se tomó a última hora del lunes, para así evitar la exposición de los novios.
Uno de los grandes motivos del aplazo de la boda hasta el momento había sido el tener que enfrentar la pareja a la prensa para responder acerca de su situación financiera, principalmente la de Kei Komuro y su familia.
Mako se disculpó con el pueblo japonés
En la corta rueda de prensa que ofreció tras la boda, Mako pidió disculpas por cualquier tipo de molestias que con su decisión le haya podido causar al pueblo japonés.
“Siento mucho la inconveniencia causada y estoy agradecida a aquellos que han continuado apoyándome”, declaró.
Y agregó: “Para mí, Kei es irremplazable. El matrimonio fue una opción necesaria para nosotros”. A lo cual, Komuro también se expresó diciendo que ama a Mako y que desea pasar el resto de su vida con ella.
“Amo a Mako. Sólo contamos con una vida y quiero que la pasemos con la persona que amamos”, manifestó el esposo.
Este mismo martes hubo manifestaciones por parte de varias personas en Japón, portando pancartas en protesta de la boda, y también refiriéndose a los asuntos financieros de la familia Komuro.
La pareja se había comprometido en 2017 pero el casamiento fue pospuesto principalmente por denuncias contra la madre de Komuro, en torno a problemas financieros.
Pero la familia real negó que la postergación hubiese estado vinculada con este tema, aunque el príncipe heredero, Fumihito, recalcó la importancia de que queden aclarados todos los asuntos financieros e la pareja.