Mencionar a los All Blacks es tradición e historia pura y rica en el ascenso del rugby mundial. Desde sus míticos “hakas” hasta los títulos maoríes, la Selección neozelandesa está en el Olimpo del deporte internacional. Sin embaro, por una crisis económica y una gran apuesta a futuro, los dirigentes decidieron vender parte de su marca y explotó la interna.
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El balance financiero que entregó el 2020, luego de las interrupciones y limitaciones competitivas que tuvo el calendario deportivo, le dejó a la Federación de Rugby de Nueva Zelanda un saldo pasivo de 34 millones de dólares neozelandeses, un poco más de 24 millones y medio de dólares estadounidenses.
La votación sobre la venta de un porcentaje de la marca “All Blacks” no fue nada fácil, pero los argumentos fueron sólidos. Las 26 uniones provinciales y el Consejo de Rugby Maorí votaron a favor de vender un 12.5% de los derechos comerciales de la firma.
“Estamos encantados de que nuestras uniones provinciales y la Junta de Rugby Maorí hayan reconocido la importancia del capital privado para impulsar los ingresos comerciales y permitir la inversión para asegurar que el rugby prospere y sobreviva en el futuro”, dijo Brent Impey, el presidente de la Federación.
Si bien aún resta la aprobación de la Asociación de Jugadores, el acuerdo con la empresa Silver Lake le dejaría 387 millones y medio de dólares neozelandeses (casi 280 millones de dólares estadounidenses).
“Los jugadores son una parte fundamental de este viaje, pero tenemos que mirar qué es lo correcto en todos los niveles del juego, en todo nuestro ecosistema”, sentenció Impey. También sumó: “El juego tiene que cambiar, y la inyección de capitales de Silver Lake nos permitiría volver a imaginar el rugby e invertir en las áreas del juego de la comunidad que más lo necesitan, particularmente el rugby de adolescentes y mujeres, y crear experiencias mejores y más atractivas para nuestros aficionados”.
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Por último, el presidente Impey apuró a la Asociación para que comprendan la alarmante situación que atraviesa su Federación. “Esperamos que la Asociación de Jugadores se dé cuenta de la importancia de la oportunidad que tenemos frente a nosotros y continúe trabajando hacia un acuerdo en las próximas semanas “, comentó.
El homenaje de los All Blacks a Diego Maradona
El capitán neozelandés Sam Cane colocó una camiseta de su país con la “10″ de Diego Maradona en la espalda, tres días después de la muerte del astro argentino, en el partido del Torneo de las Tres Naciones contra Los Pumas, en Newcastle, Australia.
El gesto fue elogiado por el mundo del deporte y opacó el pobre homenaje que hizo el equipo argentino, que recordaron a Maradona solo con un brazalete negro.
