Al igual que la que se está emitiendo actualmente, la edición de “La Voz Argentina” de 2018 fue todo un éxito. Su ganador fue Braulio Assanelli, un joven uruguayo que impactó con su talento y pudo llevarse el trofeo.
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Luego de su participación en el programa, su carrera despegó y logró hacerse lugar tanto en Argentina como en su tierra natal. Sin embargo, como a todos los artistas, la pandemia lo ató de manos y pies.
“El año 2019 fue una locura por la cantidad de shows y giras que tuve, mayormente acá (Uruguay) y en la Argentina, pero también recorrí parte de México y Estados Unidos”, comentó el cantante en una entrevista con “Por si las moscas”, de La Once Diez.
Y continuó: “Era un período de lanzamiento, un artista nuevo, ganador de La Voz, y fue estar allá arriba, todo el mundo pidiéndote notas, fotos a cada rato”. Sin embargo, reconoce que el furor se fue diluyendo y el año pasado no ayudó para nada.
“En 2020 la agenda se suspendió. Después fuimos retomando con las medidas necesarias, con lo justo. Nunca dejé la música. Hoy no es el mismo furor que cuando gané, pero el programa me abrió las puertas a una carrera que pude encarar con pandemia y sin pandemia”, mencionó.
Asimismo, comentó que también en la país vecino los shows están detenidos. “No se puede hacer ninguno. Están prohibidos. No puedo ir a alguna arena o teatro en el que sea contratado, por más de que haya protocolos. Se estuvo haciendo pero lo disolvieron de vuelta”, detalló,
Por lo pronto, en cuanto a conciertos, Assanelli sólo se dedica a hacerlos vía streaming. Además, abrió dos academias de música en Uruguay, en las cuales dan clases para niños y adultos. “Eso banca hoy mi economía”, explicó.
La vida después de La Voz
El cantante señala que luego de un tiempo estando en la cresta de la ola, se sentía agobiado, por lo que cuando las luces del furor se fueron apagando, hubo un manto de alivio. “En un principio me cayó como una bomba, pero a la vez dije ‘ay, por fin, menos mal que terminó esto, estaba re podrido’. Porque era mucha la locura y estaba muerto, cansado, no daba más”, aseguró.
Sin embargo, reconoce que hoy, dadas las circunstancias, lo añora: “Cuando te falta, lo extrañás. Ensayar día por medio, buscar repertorio, estaba como gato encerrado en casa con ganas de subir a un escenario”.
“La Voz me cambió la vida, pero mi vida también hubiese sido distinta si no hubiera habido pandemia. Podría haber tenido otras oportunidades, tenía viajes a México para hablar con discográficas de allá. Todo eso quedó congelado”, reflexionó.
“Fue un golpe duro, el cual lo soporto y lo voy a estar aguantando hasta que me muera”, aseguró.
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“Mi carrera se enfrió en contactos y económicamente. Tuve que acudir a los capitales que tenía y que había armado para sostenerme. Tenía un monto mensual por show, con uno cada dos o tres días, a no tener ninguno. ¿Cómo hago para abastecerme? Fue bastante desesperante en un principio, después dentro de todo, lo supe manejar porque trabajo con un equipo y supimos salir”, dijo el artista uruguayo.