El software es el sector que más exporta en la Argentina, después del campo. Inclusive, está cerca de superar a la carne en miles de dólares exportados. Pero la industria a menudo sufre trabas burocráticas y una pesada carga impositiva, porque el Estado argentino les aplica retenciones por vender sus productos afuera y en otros países les cobran aranceles de importación. Por eso la Cámara de Diputados avanza en una ley de fomento, que establece beneficios fiscales y simplificación de trámites administrativos.
La iniciativa, que tiene el nombre de ley de Economía del Conocimiento, obtendrá este martes el dictamen de las comisiones de Comunicaciones y Presupuesto de la Cámara Baja y será debatida el miércoles en el recinto, en la primera sesión ordinaria del año.
Se trata de una propuesta del Poder Ejecutivo que fue presentado como proyecto en la Cámara Baja por los diputados Luciano Laspina (PRO), Juan Brügge (Córdoba Federal) y Marco Lavagna (Frente Renovador).
Entre otros beneficios fiscales, la iniciativa establece que los aranceles de importación que pagan los exportadores en algunos países serán tomados en la Argentina a cuenta del pago del impuesto a las Ganancias: "Los beneficiarios del presente régimen (...) podrán deducir un crédito" en concepto de Ganancias "por los gravámenes análogos efectivamente pagados o retenidos en el exterior", dice la iniciativa en su artículo 12°.
En el artículo 7° se establece que "los beneficiarios del Régimen de Promoción de la Economía del Conocimiento gozarán de estabilidad fiscal respecto de las actividades objeto de promoción, a partir de la fecha de su inscripción en el Registro Nacional de Beneficiarios del Régimen de Promoción de la Economía del Conocimiento".
"La estabilidad fiscal significa que los beneficiarios no podrán ver incrementada su carga tributaria total nacional determinada al momento de su solicitud de adhesión al registro nacional de beneficiarios", dice la iniciativa.
La estabilidad fiscal alcanza a todos los impuestos nacionales, entendiéndose por tales los impuestos directos, tasas y contribuciones impositivas que tengan como sujetos pasivos a los beneficiarios inscriptos, como así también a los derechos o aranceles a la importación y exportación.
La iniciativa también establece beneficios en el pago de las contribuciones patronales y, como incentivo adicional, un bono de crédito fiscal transferible por única vez.
"Los beneficiarios del presente régimen no serán sujetos pasibles de retenciones ni percepciones del Impuesto al Valor Agregado", dice la propuesta en su artículo 11°.
"Alto potencial"
En sus fundamentos, el proyecto, que tiene como objetivo la creación de un régimen de promoción para las actividades relacionadas con la Economía del Conocimiento, señala que este sector "posee un alto potencial para impulsar el crecimiento de la Argentina, aumentar la productividad de manera transversal a los diferentes sectores del entramado productivo y contribuir a la generación masiva de empleo de calidad".
"Es prioritario remover cualquier obstáculo que demore el desarrollo de este tipo de actividades, así como establecer medidas que promuevan su fortalecimiento y consolidación, otorgando un conjunto de beneficios que surjan de analizar, evaluar y comprender las problemáticas que enfrentan los emprendedores, las micro, pequeñas y medianas empresas y las grandes empresas que se dedican a este tipo de actividades", dice la propuesta.
La iniciativa tiene como antecedente el Régimen de Promoción de la Industria del Software (ley 25.922), que tiene vigencia hasta el 31 de diciembre de 2019, y por eso se pretende mejorar y ampliar aquel régimen.
Además de los beneficios impositivos, el proyecto de ley introduce mejoras orientadas a la simplificación burocrática.
Por la Corresponsalía de Buenos Aires.