Eufórico, el Gobierno celebró este martes el fallo de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) que llamó al Reino Unido a devolver el archipiélago de Chagos a la República de Mauricio, dado que esto sienta un precedente favorable al reclamo argentino por Malvinas.
El caso del archipiélago de Chagos tiene "una enorme validez para la reclamación argentina en el tema Malvinas", dijo el canciller Jorge Faurie.
En ambos casos existe “una situación de desmembramiento territorial, donde la población que se encontraba en las islas fue trasladada contra su voluntad, en este caso al territorio continental argentino en 1833”, detalló el titular del Palacio San Martín.
Por su parte, el presidente provisional del Senado, Federico Pinedo, calificó como de "extraordinaria importancia" la declaración de la CIJ, por considerar que ese caso "es prácticamente idéntico" al de Malvinas.
La resolución de la Corte de la Haya, el principal órgano judicial de las Naciones Unidas, recibió trece votos a favor y uno en contra. Allí, declaró ilegal el proceso de descolonización de Mauricio y llamó al Reino Unido a abandonar el territorio “de la manera más rápida posible”.
Si bien el fallo es apenas una opinión consultiva y no vinculante, todos los miembros de la Asamblea General de la ONU “están bajo la obligación de cooperar [...] para completar la descolonización de Mauricio”, explicó el juez presidente de la CIJ, el somalí Abdulqawi Ahmed Yusuf.
El litigio del archipiélago de Chagos comenzó hace cincuenta años. Mauricio es un país insular que se encuentra al este de Madagascar (en el océano Índico) y que se independizó del Reino Unido en 1968. Sin embargo, ya tres años antes los británicos habían separado el archipiélago de Chagos de Mauricio y expulsado a las 2.000 personas que vivían allí.