La ola de frío polar que azotó esta semana al medio oeste de Estados Unidos dejó al menos 21 muertos y decenas de hospitalizados con síntomas de hipotermia y gangrena, según el último balance de las autoridades estadounidenses.
Entre las víctimas se encuentran cuatro hombres congelados cerca de sus domicilios en Illinois, Wisconsin y Michigan; una mujer congelada en su apartamento de Milwaukee tras fallar la calefacción y una estudiante de la Universidad de Iowa, de 18 años, que murió de frío el miércoles por la mañana a poca distancia de su dormitorio.
Además, un número sustancial de las muertes se produjeron como consecuencia de accidentes de tránsito debido a las malas condiciones de muchas autopistas, cubiertas con hielo y nieve. Esto ocurrió en Iowa, donde seis personas murieron en siniestros viales, mientras que en Illinois un transeúnte fue atropellado por una quitanieves.
Este viernes en Chicago, una de las ciudades que más sufrió el frío extremo, se registró una temperatura de -11°C, con una sensación térmica de -15°C.
El Servicio Nacional de Meteorología de Estados Unidos (NWS) informó que la situación mejorará rápidamente en las próximas horas y que el sábado el termómetro marcará 4°C. Sin embargo, advirtió que tras unos días de alivio, a mediados de la próxima semana la situación volverá a empeorar cuando una nueva masa de aire polar afecte la parte septentrional del centro y oeste de Estados Unidos.