El massismo presentó la semana pasada en la Cámara de Diputados un proyecto de ley para anular la Oficina Anticorrupción (OA). A su vez proponen restaurar la Comisión Nacional de Ética Pública (CNEP), derogada en la segunda presidencia de Cristina Kirchner.
El proyecto fue presentado por el delasotista Juan Brügge y la massista Graciela Camaño. El mismo, establece en su artículo 4° que "la estructura y organización de la OA" pasarán a tener "dependencia funcional" de la restaurada CNEP, que se creará en el ámbito del Congreso, funcionará "como órgano independiente y actuará con autonomía funcional".
En la actualidad, la jefa de la OA es Laura Alonso, quien fue designada por el propio presidente Mauricio Macri.
"Las ideas y vueltas del actual gobierno en materia de conflicto de intereses, en los casos Correo Argentino, Avianca y otros, ha generado inquietud, serias dudas y desconfianza creciente en la población, que descree que sea el mismo poder controlado, el Ejecutivo, el que fije las reglas de cómo se lo debe controlar", dice la iniciativa en sus fundamentos.
Para Brügge y Camaño, la CNEP "tiene un valor superior" que la OA porque no estará integrada por funcionarios cuya designación y remoción depende del Gobierno, a la misma vez que podrán durar "sólo un periodo en el cargo".