Tiene casi 100 años y fue a ver su primer Superclásico en la Bombonera

Alejandro "Jano" Fernández es un hincha xeneize que cumplió el sueño de ir a ver al club de sus amores.

Alejandro "Jano" Fernández pudo cumplir su sueño. Con casi 100 años, vio su primer Superclásico en la cancha. "Señores dejo todo, me voy a ver a Boca", dijo el domingo este fanático de Boca Juniors de 97 años, ex músico de la orquesta de tango de su pueblo y jubilado del Correo nacional.

"Janito" vive en un geriátrico de Villa Urquiza y es viudo desde hace 10 años. "No sé si me va a resistir el corazón", bromeaba mientras el técnico de Holanda, Ronald Koeman, le hacía una reverencia en los pasillos de la Bombonera. Es que en Boca se enteraron de su historia y entonces contactaron a su nieta para que lo llevará a ver el partido.

"Viví en San Pedro hasta 1948 y luego me instalé en Villa Urquiza. Éramos ocho hermanos. Mi padre y mi abuelo eran de los mejores cerealistas del país, pero con la crisis del '30 perdimos todo. Solo pude hacer hasta sexto grado y tuve que salir a trabajar", contó a Clarín. "Fui aguatero, también ponía a punto las máquinas de campo, hasta que llegó el empleo en el correo. Como eran sólo seis horas, me busqué otro trabajo más: a la mañana hacía distribución textil en motoneta".

"Dije la palabra Boca antes que mamá. Mi relator preferido era Bernardino Veiga. Fui buen futbolista, pero nunca soñé con jugar en Boca, no era tan talentoso, aunque tenía lo mío", contó. "Primero jugaba en Central Córdoba de Santa Lucía de San Pedro y me vinieron a buscar de Paraná de esa ciudad. Era ocho, aunque cubría casi todos los puestos". También confesó que fue socio de River Plate, pero era porque llevaba a su hijo Alejandro hacía deportes allí. "El alma siempre estuvo en La Boca", aclaró y despejó las dudas.

"Que vengan a documentar de todas partes del mundo esto que es de otro planeta. Es un día que no voy a olvidar jamás", repetía mientras Boca disputada el partido. El primer gol del Pity Martínez no lo desilusionó, pero el segundo, de Ignacio Scocco, caló hondo en su ánimo. "[La derrota] no va a empañar mi alegría. Mañana en el geriátrico no me van a creer lo que viví", dijo después de vivir uno de los mejores momentos de su vida, pese a que perdió Boca.