Un guardia de seguridad de un hospital de Florida, Estados Unidos, grabó sus flatulencias en el trabajo durante seis meses y lo despidieron.
El hombre, que se hace llamar Paul Flart, subía los videos a una cuenta de Instagram que no para de sumar seguidores. Su verdadero nombre es Doug y nunca se imaginó que las imágenes se iban a viralizar a tal punto de que lo echaran del trabajo.
"Trasciende todos los idiomas. No es necesaria una traducción, es simplemente gracioso", dijo en declaraciones a la prensa sobre sus videos.
"Un día grabé uno bastante bueno y obtuve un sonido realmente bueno, así que la próxima vez que lo grabé lo envié al chat de mi grupo", explicó.
Y aseguró: "Personas de Holanda, Alemania y el Reino Unido me enviaron mensajes diciendo que es lo mejor que han visto".
Sin embargo, cuando las imágenes llegaron a los ojos de sus jefes resolvieron despedirlo.
