Khadija vivió un calvario en la localidad de Beni Melal, en el centro de Marruecos. La chica de 17 años fue secuestrada, violada y torturada por 13 hombres, que la terminaron liberando con la condición que no los denuncie.
La joven decidió romper el pacto y denunció a sus captores. Hasta el momento, la policía detuvo a nueve hombres.
Khadija fue entrevistada reveló detalles de la pesadilla que le tocó vivir: no solo la torturaron sino que también le tatuaron con fuego todo tipo de insultos.
Asimismo, la chica contó que uno de los secuestradores “me dio comida y ropa, llamó a mi padre para que no los denunciara, y me llevaron en una moto hasta la puerta de casa”.
"Mi padre les había dicho que se rindieran y les prometió que no les diría nada a las autoridades. Pero fui yo quien le contó todo a los gendarmes. Quiero justicia y que paguen por lo que me han hecho", relató.
Según el relato de la joven a la policía, Khadija indicó que el jefe de la banda la entregaba a varios hombres a cambio de dinero. "Fueron muchos, me tomaba uno y me soltaba, y me tomaba el otro (...) Me torturaron, me violaron todos durante semanas, y me hicieron tatuajes con fuego", señalo.
“Mi vida está destruida. Yo no era así. Yo rezaba, estaba en casa, estudiaba. Destruyeron mi vida, ahora quiero salir y no puedo”, sentenció.