El objetivo fue reforzar la relación de Washington con estos cuatro países. De esta manera, Jim Mattis se convirtió en el primer secretario de Defensa del Gobierno de Donald Trump por la región desde 2014, cuando Chuck Hagel visitó Colombia, Chile y Perú, y coincide con la nominación que ha hecho la Casa Blanca del 2018 como el "Año de las Américas". Mattis, de 67 años, es un general retirado del cuerpo de marines que fue condecorado con cuatro estrellas.
Según un comunicado del Pentágono, son fundamentales las relaciones con Brasil, Argentina, Chile y Colombia para reforzar la seguridad del continente americano. Si bien las agendas para cada país se trabajaron de forma independiente, el viaje le dio la oportunidad de reafirmar el apoyo de su país al combate del crimen y la violencia en la región. Para eso, coinciden en hacerlo apoyados en la reforma judicial y de la policía.
Es un buen momento para remarcar los peligros que conlleva la militarización de la región. Tres de los cuatro países incluidos en el itinerario del secretario —Brasil, Argentina y Colombia— ya han recurrido, en distintas medidas, a las fuerzas armadas para garantizar la seguridad nacional.
Aunque América Latina representa sólo el ocho por ciento de la población mundial, registra el 33 por ciento de los homicidios a nivel global. La proporción de homicidios en América Latina es de 21,5 por cada 100.000 ciudadanos, más del triple del promedio global de ocho. El número de homicidios en Brasil alcanzó un récord el año pasado, cuando se ubicó en 31 por cada 100.000 habitantes, y la proporción para Colombia es de 27 por cada 100.000 habitantes. A pesar de que en Argentina este porcentaje es mucho menor, pues se registran menos de siete homicidios por cada 100.000 habitantes, el 27 por ciento de los argentinos reportaron haber sido víctimas de algún delito el año pasado.
La necesidad de seguridad es urgente e innegable, pero ¿dónde encontrar la mejor solución?
El despliegue del Ejército en las calles condujo ya a abusos de los derechos humanos. La doctrina militar no se orienta hacia las responsabilidades policíacas. Sumado a otro peligro: en cuanto un país elige el rumbo de la militarización, es muy difícil luego volver a cambiar de curso.
En sus reuniones bilaterales y declaraciones públicas, el secretario Mattis enfatizó que Estados Unidos respalda la idea de replantear el sistema policiaco y fortalecer el sistema de justicia penal para acabar con la impunidad que afecta gran parte de América Latina. En tanto las naciones no cuenten con la capacidad institucional para lograr que los delincuentes rindan cuentas de sus actos, será imposible garantizar la seguridad ciudadana.
Por su parte, los gobiernos solo dejarán de encomendarle al Ejército la misión de mantener la seguridad interna si la policía tiene las capacidades y los incentivos necesarios para cumplir con su responsabilidad legal de garantizar la seguridad pública.
“Estamos muy interesados en fortalecer las alianzas y queremos que siga siendo así, puesto que Estados Unidos se encuentra en este hemisferio y queremos hacer todo lo posible para mantenerlo como un lugar de colaboración, próspero y seguro”, señaló el subsecretario adjunto de Defensa para Asuntos del Hemisferio Occidental, De la Peña.