Pasaron más de 70 años del cruel asesinato de Ana Frank y su historia sigue teniendo ecos en la actualidad.
Es por un increíble descubrimiento que hizo un grupo de arqueólogos en Sobibor, Polonia, donde funcionaba uno de los mayores campos de concentración del nazismo.
Ellos encontraron un colgante idéntico al que la tenía Ana durante su cautiverio.
Fue hallado junto con otras pequeñas joyas en la sala donde los nazis hacían desvestir y afeitaban la cabeza de sus víctimas antes de mandarlas a las cámaras de gas.
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