Encontraron a un hombre calcinado en un camino vecinal a unos 50 km de Amambay, en Paraguay. No tenía ningún documento de identidad, por lo que familiares de Juan Ramón Alfonzo, de 20 años, fueron hasta la morgue para verificar si el cuerpo era el del joven, que llevaba tres días desaparecido.
Los familiares confirmaron que el cuerpo pertenecía a joven por un anillo que su hermana le había regalado, la ropa y los zapatos. El médico forense expidió el certificado de defunción a nombre de Juan Ramón Alfonzo y el cuerpo fue llevado para ser velado en su casa.
Mientras lo estaban velando, apareció Juan Ramón. El chico explicó que estaba trabajando en una estancia del lado brasileño y no pudo regresar debido a que sufrió ciertos problemas de salud. Ante esta confusión, el cadáver fue llevado al Ministerio Público para confirmar su verdadera identidad.
El muerto tendría entre 20 y 30 años, presentaba un corte profundo de cuchillo y su cuerpo fue quemado antes de ser abandonado al costado de la calle. El forense dijo que el hombre no falleció de las heridas cortantes que tenía, sino por las quemaduras.