Una mujer rusa de 42 años fue hallada muerta en el baño de su casa de Moscú y todo indica que murió al querer sacarse una selfie mientras estaba en la bañadera.
"Podía pasarse horas tomándose un baño. Con un libro, con vino o velas", aseguró el medio de información Mash, aunque no devela cómo se llegó a la hipótesis que terminó con la vida de la víctima.
El cuerpo de la mujer fue encontrado por su hijo, quien rompió la puerta del baño al notar que madre llevaba varias horas sin dar señales de vida.
Según Mash, el joven encontró a su mamá postrada en la bañera, con el teléfono sobre su pecho y conectado a la red eléctrica.