Jerónimo, el hijo de 23 años de Julián Weich, no eligió las cámaras para su vida. Al contrario, lo suyo son los malabares callejeros.
A los 19 años, el joven decidió decidió dejar la facultad, los entrenamientos de rugby y el gimnasio para emprender un viaje de mochilero hacia el norte, sin destino específico.
Ahora que regresó a la Argentina trabaja haciendo malabares en los semáforos de la Ciudad de Buenos Aires.
Su papá se lo encontró en un semáforo y decidió filmar la divertida escena. "¡Mi hijo en su oficina jaja!", escribió en Twitter y compartió el video.