Pese a anunciar su permanencia en Barcelona, las declaraciones de Lionel Messi no hicieron más que echar leña a un fuego gigantesco. El principal apuntado de sus palabras fue el presidente Josep María Bartomeu, quien aunque ganó la batalla para que "la Pulga" tenga que quedarse está frente a un dilema: venderlo y equilibrar las cuentas o retenerlo y exponerse a tener que pagar de su bolsillo.
Si los números quedan en rojo la dirigencia saliente tiene que responder con su patrimonio personal -salvo que el Gobierno disponga lo contrario ante la pandemia de coronavirus- y las pérdidas de 2020 no fueron menores. Según estimaciones de El Español, habría un "colchón de 150 millones de euros como beneficio acumulado" de los balances anteriores, pero para 2020 el club cedió "entre 150 y 200 millones".
A Bartomeu, entonces, le convendría llegar a un acuerdo por Messi con otro club como Manchester City desde lo estrictamente numérico, incluso si es muy lejano a los €700M de la cláusula de rescisión y más en sintonía con el valor de mercado, calculado en 122 millones de euros. A Messi, por su parte, se le cumpliría su deseo de salir del club sin litigios, con una compensación para su casa de los últimos 20 años que los ingleses pueden pagar.Tras una semana ausente, así llegó Messi al entrenamiento:
Puesto así parece extraño que no se haya dado de esta manera, pero no se puede perder de vista que el crack argentino de 33 años es el máximo ídolo de la historia del Barça y el mejor jugador del mundo. Venderlo significaría tomar una decisión impopular casi al cien por ciento e implicaría un costo político que haría completamente insostenible la continuidad del comando actual, con fecha de vencimiento en marzo de 2021 por las elecciones.
Dar marcha atrás también dejaría a Bartomeu en una situación de debilidad que ha expuesto en otras ocasiones como el caso Neymar, al que no pudo ni retener ni recuperar, mientras que impactaría en Barcelona desde el punto de vista de la imagen. El imán de Messi atrae sponsors que invierten, turistas que compran camisetas y televidentes alrededor del mundo entero.
La entrevista completa en la que Messi rompió el silencio:
Messi habló, tiró con munición pesada y posó toda la responsabilidad de su malestar sobre la dirigencia. Del otro lado, a su vez, se quedaron callados y cómodos desde su supuesto lugar victorioso. Sin embargo, aunque el rosarino vuelva a entrenarse, la guerra podría continuar en silencio durante los próximos días con un mercado de pases abierto hasta octubre. Hasta ahora las últimas letras de la novela no dicen 'fin', sino 'continuará'.
Fuente: Noticias La Liga
