El laboratorio de la Universidad de Oxford lleva la delantera en el mundo en cuanto a los avances en la búsqueda de una vacuna contra el coronavirus. Y es que los científicos del Instituto Jenner ya estaban un paso adelante: habían avanzado en una vacuna contra un coronavirus anterior que se probó inofensiva para los humanos.
Ahora organizan las pruebas de su nueva vacuna, el mes que viene. Participarán 6000 personas y buscarán demostrar que, además de ser segura, funciona contra la Covid-19. De ser así, los científicos vaticinan que, con una aprobación de emergencia, las primeras dosis podrían estar disponibles en septiembre.
Paralelamente, científicos del Laboratorio de las Montañas Rocallosas de los Institutos Nacionales de Salud en Montana probaron el mes pasado la vacuna Oxford en seis monos macacos rhesus.
Los monos estaban infectados con coronavirus, y luego 28 días después los seis estaban sanos, dijo Vincent Munster, el investigador que realizó la prueba. "El macaco Rhesus es lo más parecido a los humanos", aclaró.
No son los únicos
Pero a la vez hay otros participantes en la carrera por conseguir la cura a la pandemia. SinoVac, por ejemplo, es una compañía china que recientemente comenzó un ensayo clínico con 144 participantes, y asegura que su vacuna también es efectiva en los macacos rhesus.
Mientras, Emilio Emini, director del programa de vacunas de la Fundación Bill y Melinda Gates, que da apoyo financiero a muchos esfuerzos en competencia, anticipó que más de una vacuna será necesaria.
Emini explica que tener varias vacunas en estudio es beneficioso para evitar cuellos de botella en la producción, e incluso la variedad ayuda a la hora de que algunas funcionan mejor en ciertos grupos, como niños, o adultos mayores.
"Este gran estudio del Reino Unido", dijo Emini sobre la vacuna de Oxford. "Se traducirá en realidad en aprender mucho sobre algunos de los otros también".
Pero una paradoja se presenta en el camino: "Somos los únicos en el país que queremos que el número de nuevas infecciones se mantenga por unas semanas más, para poder probar nuestra vacuna", dijo el profesor Adrian Hill, director del Instituto Jenner involucrado en el estudio.
Temen que, si las medidas tomadas siguen disminuyendo la cantidad de casos, el ensayo podría no ser capaz de mostrar que la vacuna hace una diferencia.