Uno de los últimos hospitales improvisados en Wuhan, China, será cerrado para siempre por la baja de casos por coronavirus. Pero la última noche de ese centro dejó una foto que recorre el mundo: el doctor Jiang Wenyang acostado en una cama vacía, exhausto y aliviado.
El hecho se da en el marco de la progresiva reducción de pacientes contagiados, lo que indica que el pico de la epidemia ya fue superado, según las autoridades. Es por eso que China decidió cerrar los hospitales temporales habilitados en Wuhan, lugar donde se originó el COVID-19.
El brote de coronavirus registro por primera vez esta semana un aumento de menos de 20 contagios. A su vez, no se registraron nuevos casos en otras localidades de la región durante cinco días consecutivos, según Mi Feng, responsable del Ministerio de Sanidad de ese país.
El hospital improvisado en cuestión estuvo terminado en 10 días y, de hecho, el video de su construcción se volvió viral en las redes sociales.