Al igual que los niños, los perros aman salir de paseo y rara vez quieren volver a casa. En el pueblo texano de New Braunfels (Texas, EE.UU.), un canino directamente se declara en "huelga", cuando llega la hora de regresar.
Se trata de Bleu, un perrito de dos años, cruza entre un Golden Retriever y un "Great Pyrenees" (conocido en castellano como "Perro de montaña de los Pirineos").
El terco cachorro siempre desea prolongar sus caminatas nocturnas. Y, consciente de su enorme tamaño y peso, descubrió una forma de hacerlo: tirándose al piso, a pocos metros de la puerta del hogar. Y no hay súplica ni reto que valga.
"Hacemos apuestas de cuánto tardará en darse cuenta de que estamos regresando, antes de echarse al piso", contó Maci Coryell, su dueña, en una de las tantas entrevistas que le hicieron.
Es que a partir de la difusión de las grabaciones de una cámara de seguridad, el caso de Bleu se volvió viral. Entre las imágenes, se puede ver a Dylan, el hijo de Maci, intentado acarrearlo, sin éxito. En otro, directamente se observa al adolescente caer al suelo, estallado de risa.
Finalmente, son siempre los adultos quienes deben intervenir, cargando al animal y llevándolo adentro. Según Maci, esta es la práctica habitual, ya que con el arnés no pueden levantarlo.
"En cambio, si se da cuenta que puede dar otra vuelta a la manzana, salta de nuevo en seguida", relató, entre risas, la mujer. Según ella, el perro tomó esta costumbre hace tres meses, aunque nunca deja de sorprenderlos.