Atentos a los esfuerzos del Gobierno nacional para superar la crisis crediticia que afronta la Argentina, los referentes de la Unión Industrial Argentina (UIA) comenzaron a reclamarle a la Casa Rosada que también se diseñe un plan para establecer el "reperfilamiento dela deuda financiera de las empresas" y fundamentalmente de las PyMEs que motorizan a las economías regionales.
Así lo reveló esta mañana el vicepresidente de la entidad, Daniel Funes de Rioja, quien explicó que ya se iniciaron gestiones en el Ministerio de Desarrollo Productivo de la Nación, que conduce Matías Kulfas.
"Claramente hay un tema de endeudamiento financiero de las compañías a tasas que han sido realmente siderales, absolutamente imposibles de pagar", dijo Funes de Rioja para justificar el pedido de los dirigentes fabriles.
Al respecto, el representante de la UIA planteó que “de algún modo hay que encontrarle una salida de reperfilamiento también” a esa situación que afrontan las grandes compañías y las Pequeñas y Medianas Empresas (PyMEs).
“Reperfilamiento de la deuda financiera”, definió, haciendo alusión a la postergación de pagos de la deuda pública que puso en marcha el Gobierno durante la presidencia de Mauricio Macri, luego de que el cimbronazo financiero posterior a las elecciones primarias declarara el cierre definitivo de los mercados y colocara a la Argentina al borde del default.
Funes de Rioja advirtió que “no es un pedido” sino “una necesidad” porque, subrayó, “las PyMEs de las economías regionales no van a poder reconstituir capital de trabajo, no van a poder llegar a un nivel productivo satisfactorio, si no se hace viable también cumplir con el pasado”.
Seguido, agregó que esas compañías no pueden pagar los créditos que asumieron durante el Gobierno anterior, cuando la tasa de política monetaria del Banco Central llegó al máximo de 85,99% anual (en octubre de 2019), y que están “al borde de las ejecuciones”.
“La solución parte de tomar conciencia de que acá ha quedado un stock de deuda para las PyMEs y las economías regionales, en especial, que hace inviable emprender el futuro si no se toma una definición, si no se acuerda un mecanismo que permita cumplir con esas obligaciones, primero a tasas de interés razonable y segundo con un tiempo, de la misma manera que se ha hecho con lo fiscal”, amplió Funes de Rioja.
Por último, en declaraciones radiales reiteró que “el tema del stock de deuda financiera es algo que de alguna manera hay que encarar de la misma manera que la Argentina está encarando el tema de la deuda externa. Hay un tema de deuda interna del sector privado, a tasas que no tienen nada que ver con la capacidad de generación delas propias empresas”.
Destacaron que Guzmán planteó "conceptos razonables" y ratificaron su apoyo en la negociación
La Unión Industrial Argentina (UIA) destacó que el ministro de Economía, Martín Guzmán, planteó "conceptos razonables" al exponer en la Cámara de Diputados para explicar detalles sobre la renegociación de la deuda y ratificaron la voluntad del sector de "poner el hombro y acompañar" las gestiones oficiales para lograr un acuerdo con los acreedores privados.
Uno de los referentes de la entidad fabril, el salteño José Urtubey, consideró que “en términos de sustentabilidad de la deuda” y “de los horizontes productivos, que tienen que mejorar para poder afrontar las obligaciones” el funcionario nacional manifestó “conceptos razonables”.
“No hubo mayores detalles en términos de lo que está siendo la negociación, pero me parece razonable que se mantenga con cierta confidencialidad porque está en el medio de la negociación”, agregó.
Urtubey participó de la sesión junto a otros referentes de la UIA como Daniel Funes de Rioja y Cristiano Rattazzi, entre otros.
"Nosotros venimos poniendo el hombre y acompañando esta situación porque entendemos que tiene que ser con cierta cohesión de todos los sectores", remarcó Urtubey, en declaraciones a radio El Destape.
Este miércoles, Guzmán ratificó la posición del Gobierno nacional frente a la renegociación de la deuda y aclaró que no se prevé alcanzar el superávit fiscal primario, por lo menos, hasta el 2023.
"No vamos a permitir que fondos de inversión extranjeros marquen la pauta de la política macroeconómica", aclaró el ministro que lleva adelante las conversaciones con el Fondo Monetario Internacional y con el resto de los acreedores privados.