El Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS) se tomó su tiempo, pero el martes finalmente resolvió que River es válido campeón de la Copa Libertadores 2018, luego de la histórica final ante Boca cargada de incidentes, que terminó disputándose en el estadio Santiago Bernabéu de Madrid.
Pero aunque mantuvo el resultado deportivo, el organismo anunció una sanción que significará un duro golpe económico para el club de Núñez. River tendrá que jugar sus dos próximos partidos de la competencia continental a puertas cerradas, lo que traerá consigo una pérdida económica millonaria.
El Tribunal consideró que River es responsable por el ataque al micro de Boca ocurrido el 24 de noviembre en el ingreso al estadio Monumental. Los dos juegos a puertas cerradas "impedirán la recurrencia en el comportamiento de los hinchas", y cualquier castigo inferior no será suficiente para "disuadir a los simpatizantes de un comportamiento semejante en el futuro", aseguraron.
Además, resta conocer el fallo definitivo de la sanción de un partido sin público que impuso Conmebol en octubre por el uso de bengalas y pirotecnia en la semifinal de la Libertadores pasada frente a Boca. De este modo, podrían llegar a ser tres los encuentros en lo que los hinchas no puedan ver al equipo de Marcelo Gallardo en el estadio.
De confirmarse esta decisión, el monto que la institución no podrá recaudar será cercano a los 4 millones de dólares.