La Fiscalía chilena abrió una investigación contra un carabinero que utilizó a un joven de 17 años como escudo para disparar bombas lacrimógenas contra manifestantes en la ciudad de Rancagua, en el marco de la ola de protestas contra la desigualdad social.
El hecho se produjo cuando el carabinero equipado con chaleco antibalas y casco, agarra al joven del cuello y lo utiliza para protegerse mientras dispara. "¡Suéltalo!", le grita la persona que grababa el suceso.
El joven, que según Carabineros estaba lanzando piedras a los uniformados, fue detenido y puesto en libertad poco después.
"Una de las piedras lanzadas por el joven le cae en el casco a un funcionario y otra en el cuerpo a otro funcionario", contó el jefe de la prefectura local, coronel Boris Morales.
"Este funcionario, que estaba solo, ve que viene una turba hacia él y usa la escopeta lanza gases para mantenerlos a raya (...)A él (al menor) se lo inmoviliza para llevarlo a la unidad", relató Morales.
Carabineros inició asimismo un expediente administrativo contra el agente, mientras la Fiscalía Regional ordenó abrir una causa penal contra el uniformado.
La Defensoría de la Niñez y el Instituto Nacional de Derechos Humanos habían anunciado que emprenderían acciones legales para esclarecer lo ocurrido.
Las protestas en Chile estallaron el 17 de octubre contra la cuarta subida del precio del subte en pocos meses y crecieron rápidamente hasta denunciar la desigualdad social y plantear la necesidad de elaborar una nueva Constitución.
El presidente Sebastián Piñera, quien llegó a declarar el estado de emergencia desplegando a las Fuerzas Armadas, primero pidió perdón por no escuchar el clamor de los chilenos y propuso una "agenda social", pero este jueves modificó el tono e impulsó un endurecimiento de la agenda de seguridad y convocó al Consejo de Seguridad Nacional (Cosena).
En estas semanas, al menos 23 personas murieron por la represión contra las manifestaciones.