El ex futbolista Ronaldinho Gaúcho, elegido dos veces el mejor del mundo por la FIFA, no vive sus mejores días. La justicia brasileña lo persigue por una deuda millonaria y ya le han embargado 57 propiedades.
De hecho, para evitar posibles fugas, le fueron confiscados sus pasaportes, tanto el brasileño como el español, que había obtenido mientras brillaba en Barcelona. Sus problemas empezaron en la mansión que mandó edificar a orillas del lago Guaíba, en Porto Alegre, su ciudad natal.
Construyó un muelle y una plataforma de pesca sobre el lago y un molino en un terreno protegido, lo que le valió una multa ambiental que hasta el momento se niega a pagar.
En 2012, un juez de Porto Alegre le impuso una multa diaria de 10.000 reales (más de 2.360 euros) por cada día que la obra siguiera en pie. Y ahí sigue actualmente.
En 2018 la multa ya era de 9,5 millones de reales (más de 2,2 millones de euros), y ante la negativa de Ronaldinho y de su hermano, Ronaldo de Assis Moreira, que además lo representa, la Fiscalía brasileña intentó embargar sus cuentas bancarias, pero sólo encontraron 24 reales (poco más de 5 euros).
Fue entonces cuando se bloquearon sus propiedades. Además, el Ayuntamiento de Porto Alegre le reclama el pago de impuestos municipales por valor de 9,9 millones de reales (2,3 millones de euros), según publicó esta semana el diario Folha de São Paulo.
Ronaldinho pide que se destrabe la situación y le devuelvan al menos el pasaporte español. No obstante, el estado brasileño se mantiene firme en su postura y por ahora "Dinho" sigue sin pasaportes y además con una deuda millonaria aumenta constantemente.
Para colmo de males, en el último tiempo también se conoció que Priscilla Coelho, que estuvo con el jugador entre mediados de 2012 y finales de 2018, le acusó el pasado mes de mayo de una supuesta agresión.