El mundo de Christi Bragg se vino abajo cuando se enteró de que su hija había sido abusada sexualmente a los 11 años, en un campamento de la iglesia evangélica The Village Church, donde asistían junto a su familia.
En febrero de 2018, Bragg y su esposo Matt denunciaron el caso formalmente, fue investigado y finalmente Matthew Tonne, el ministro asociado para la infancia de la iglesia, fue arrestado por el abuso sexual de la menor.
Pero durante el proceso, Bragg quedó muy desilucionada por cómo la iglesia que era todo para ella manejó la situación. Ellos no asumieron la situación, no informaron a la congregación y ni siquiera se disculparon con ella y su familia.
"Ni siquiera puede cuidar de la familia que conoce", pensó mientras escuchaba al pastor Matt Chandler. "No les diga a más víctimas que acudan a usted, porque lo único que causará es más sufrimiento".
Según una investigación de The Houston Chronicle y The San Antonio Express-News publicada por The New York Times, unos cuatrocientos líderes bautistas del sur de Estados Unidos, desde pastores juveniles hasta altos ministros, se han declarado culpables o han sido sentenciados por delitos sexuales contra más de setecientas víctimas desde 1998.
La Convención Bautista del Sur, la institución protestante más grande de Estados Unidos, prometió que esta semana atendería el asunto. El nuevo presidente J. D. Greear hizo un llamado a la contrición por "una cultura que ha hecho del abuso, el encubrimiento y la evasión de la responsabilidad algo demasiado sencillo".
Si bien apenas se conoció el hecho, varios líderes le ofrecieron sus oraciones a Bragg, con el tiempo la mujer comenzó a darse cuenta de que la imagen de la institución les importaba más que su hija o conocer la verdad.
Si bien ni The Village ni Chandler aceptaron hablar con la prensa, la institución publicó una declaración: "Desde nuestros inicios ha sido una de nuestras prioridades no solo procurar el cuidado espiritual de nuestros miembros e invitados, sino además la seguridad de aquellos que asisten a nuestros servicios, campamentos, eventos comunitarios y otras actividades".
“Empleamos una serie de mejores prácticas desarrolladas como resultado de nuestro trabajo con expertos externos, que incluyen la verificación de antecedentes, capacitaciones de seguridad y varios protocolos de seguridad para hacer todo lo posible con el fin de garantizar el cuidado y la protección de todos los participantes”.
Una vez conocidos los cargos contra Tonne, The Village afirmó que se habían reunido con los Bragg y les habían ofrecido asesoría profesional externa. Además aseguraron que habían presentado una denuncia ante la policía, pero los Bragg y sus amigos no están de acuerdo.
Todos ellos ya no pertenecen a The Village, ya que consideran que criar a sus hijos en un entorno en el que la familia no recibe apoyo es "un abuso espiritual", como lo describió Christi.
"Nadie veló por lo que era mejor para nuestra hija", dijo. "Ella importa. Jesús dice que importa. Nosotros decimos que ella importa. Ahora vemos su postura muy claramente. La iglesia no está haciendo esto bien, y no solo en mi caso", añadió.