La guerra entre Israel y Hamas entra en su cuarto día y el grupo terrorista Hamas no frena los bombardeos ni los misiles. Día a día los ciudadanos israelíes escuchan sirenas de emergencia sin saber cuándo todo llegue a su fin. La rionegrina Débora Sonino, oriunda de General Roca, hace 30 años que vive en Jerusalén y relata cómo se vive en un país en conflicto.
“Estoy casada, tengo cuatro hijos, dos de ellos son soldados, mi hija ayer fue llevada al ejército. Fue a hacer su deber como ciudadana, ir al ejército por tiempo indeterminado para lograr parar esta masacre”, comentó Débora en diálogo con RÍO NEGRO RADIO.
En cuanto a por qué se fue de Río Negro, Débora contó: “Mis hermanos decidieron vivir en Israel y yo a los 18 años me subí a un avión y en marzo van a ser 30 años que estoy acá. Extraño muchísimo, guardo en mi corazón a mi ciudad y mi provincia”.
El comienzo del conflicto entre Israel y Hamas
Débora detalló los inicios de la guerra y señaló: “Todo empezó en el sur, pero los misiles llegan a Jerusalén, a Tel Aviv, a todos lados... La masacre más grande fue en el sur, también mataron a más de 3.000 personas que estaban en una fiesta electrónica, sacaron 260 cuerpos ya. También de los ciudadanos que vivían cerca de Gaza que fueron sorprendidos en sus camas, los chicos sorprendidos en sus cunas y estos terroristas sin escrúpulos pasaban casa por casa y masacraban a todos”.
Y continuó diciendo: “Los que no querían salir les quemaban la casa para poder matarlos o llevarlos a Gaza. Esa es la situación que vivimos hace más de 48 horas. No tengo ni noción del tiempo, dormimos de a poquito, siguiendo las noticias, viendo como está mi hija. Hay muchas advertencias de infiltrados terroristas”.
Terror: tuvo que refugiarse ante la alarma de los misiles de Hamas
En un momento de la conversación se escuchan alarmas de emergencia: “Está la emergencia de los misiles, ¡un minuto! Estoy transmitiendo desde el cuarto de seguridad así que puedo seguir hablando, pero lo que escucharon recién fue la seguridad que nos avisa y nosotros en Jerusalén tenemos un minuto para llegar al cuarto de refugio, pero donde está mi hija son 15 segundos”.
Y detalló: “Tengo la suerte de tener en mi casa un cuarto, dentro de todo protegido para misiles, no quiere decir que si vienen terroristas me puedo salvar. Nosotros tenemos que entrar a este cuarto, cerrar la puerta y esperar 10 minutos hasta que caigan los misiles, esperando lo que se llama la cúpula de hierro, que nos proteja”.
La mujer confirmó que en ese momento se produjeron cinco explosiones: “Se escuchan muy cerca, los vidrios vibran. Nosotros no estamos tan acostumbrados, así que no sabemos si es la explosión de que cayó algo o que logramos interceptarlo en el aire”.
Y continuó relatando lo que ocurre día tras día: “Esta es nuestra situación, imagínense que acá puedo tener tres o cuatro alarmas como estas, pero llegan a todo el país. En el sur no tienen permitido salir del refugio, porque tienen 15 segundos para ir. Imagínense juntar a todos los chicos y traerlos al refugio. Ahí, durante todo el sábado, la gente no podía salir porque estaban los terroristas, hubo gente que estuvo más de 24 horas sin ir al baño, sin tomar agua, sin nada”.
“Es algo muy estresante lo que estamos viviendo y una cosa que me parece muy importante que quiero decir es el asunto de que este crimen no es contra los israelíes, es un crimen contra la humanidad, es un crimen de guerra porque lo que hicieron es sacar a los chicos de sus casas, matar a sus padres enfrente de sus ojos, cosas horribles. También Hamas filmó todas estas cosas. Madres y padres descubrieron que sus hijos estaban muertos”, detalló.
Cuando fue consultada sobre qué era el Hamas, respondió: “Es un grupo de terroristas. Yo creo que el pueblo de Gaza es víctima de este grupo terrorista y ellos tienen el poder en Gaza, que es una zona que Israel desocupó. Su objetivo es acabar con el estado de Israel. Ellos no pueden ver el hecho de que nosotros sigamos aquí. El asunto es que también reciben dinero de Irán y también los ayuda”.
Por otro lado, detalló que, a pesar de que haya lugares para protegerse de los misiles, los terroristas pueden atacar de igual manera: “Están averiguando si hay túneles donde salen más y más terroristas, gente que ya pensó que podía salir de su cuarto de refugio después de estar horas y de repente le dicen: ‘Otra vez tienen que entrar porque hay gente infiltrada’. Nadie sale bien de ese asunto, no hay valor de la vida”.
La hija de Débora Sanino está en el campo de batalla
Débora comentó que su hija de 18 años se alistó en el ejército en marzo: “Acá mujeres y hombres a partir de los 18 años se enrolan. No es combatiente, pero está en la zona de combate y está tratando de ayudar y reemplazar a combatientes para que puedan salir y rescatar personas”, indicó y añadió que otro de sus hijos también es combatiente, pero se encuentra de licencia por enfermedad.
Sobre su hija, aseguró: “No pego un ojo y ella también se preocupa por nosotros. En dos días recibió tres noticias muy malas: un compañero de su primaria, muerto; una compañera de la secundaria, muerta; un compañero de su curso fue secuestrado por el Hamas y nuestros soldados los lograron liberar, pero sus padres están desaparecidos. Esas son las historias que mi hija tiene que superar a los 18 años”.
Otro miedo de los israelíes
Además, Débora comentó otra inquietud que tiene preocupados a los israelíes. Aclaró que, si bien muchos ciudadanos árabes israelíes no apoyan la guerra, en la zona que vive su madre está pasando lo contrario: “Del lado de mi mamá, cuando hubo muertes, pasaban dejando caramelos, con fuegos artificiales, y también en las mezquitas empezaron a llamar a la gente: ‘Vamos a unirnos con el Hamas’, eso es algo que nos preocupa. Nosotros compramos en sus negocios... Cuándo, cómo y si también los amenazan o lo hacen por ideología, no sé...”.