Dos mujeres de Cipolletti viajaron este verano a China y hablaron respecto a cómo fue su estadía en el país asiático durante la expansión del coronavirus y en su regreso al país no fueron interrogadas ni revisadas por funcionarios argentinos.
Según precisó Clarín, se trata de Viviana Herrera, médica jubilada y la psicóloga Laura Pérez, las rionegrinas que emprendieron su aventura el pasado 21 de enero hacia Shanghái junto a 16 turistas argentinos.
"No quiero que mi familia quede expuesta con esto. Nosotras no tenemos síntomas, no estamos enfermas, no tenemos nada. Igualmente hay personas que nos agreden por Facebook o nos apuntan y yo ya tengo ganas de darles mi dirección para que sepan donde evitarme. La provincia tiene unos 700 mil habitantes pero igual me pueden cruzar un día en la calle", afirmó Herrera, molesta por el trato que recibe desde que volvió de sus vacaciones.
Durante su estadía en el país asiático, ambas reconocen que si bien sus ciudadanos utilizaban barbijos de manera cotidiana, "había muy poca información y el Estado chino se ocupaba de ocultar el brote".
"Los Whatsapp funcionan pero de un modo muy restringido y no podés mandar fotos, audios, videos o documentos. Mirábamos la televisión pero no había mucho y encima en chino. Cuando nos dimos cuenta de que el problema era grande comencé a contactarme con colegas míos en Argentina para que me contaran qué estaba pasando y cuales eran los síntomas iniciales", aclaró Herrera.
Si bien reconocieron que había comercios y lugares de atención pública que habían cerrado, el grupo de turistas continuó con su travesía y fue hacia Zhangjiajie, al norte de China. La ciudad que tiene más de un millón de habitantes estaba vacía.
"Estábamos preocupados, una persona del grupo se puso a llorar, hubo otro caso de alguien con diarrea. Nosotros como gente de la salud tratamos de contenerlos. Yo averigüé que la diarrea no era parte del cuadro", relató la médica, que aclaró que ese fue el punto de inflexión para tomar la decisión y retornar al país.
Herrera asegura que en el consulado en Zhangjiajie no les brindaron la información necesaria respecto a lo que sucedía, aunque en Shangai "conversamos con la agencia y pudimos adelantar nuestra vuelta".
Cuando regresaron a Argentina, el 29 de enero, había siete mil casos confirmados de coronavirus. En China, antes del regreso, las autoridades les hicieron firmar una declaración jurada en donde figuraba que no tenían el virus.
"Nosotras viajamos cuando no había una real dimensión de los contagios y el gobierno chino ponía espacial énfasis en ocultarlo. En aquel momento el brote era en un lugar de China, que es como pasó con el hantavirus y Epuyén. No era que no podías venir a la Argentina por el hanta. Y China es uno de los países más grandes del mundo", sostuvo Herrera.
Al arribar a Argentina las mujeres, que llegaron con barbijos puestos como medida precautoria, informaron que nadie les preguntó nada y aclaró: "Hicimos los trámites y pasamos".
"La verdad es que estamos bien, sanas, sin síntomas, fuimos hace un mes, si alguien todavía quiere evitar mi casa que me mande un mensaje y le paso mi dirección así la evita", sentenció Herrera.