Según datos de la delegación de la Dirección Nacional de Migraciones entre el miércoles y el jueves salieron a Punta Arenas un total de 1.400 personas.
Lejos está la postal de las largas colas de vehículos esperando cruzar las frontera para ir a Chile a pasear y realizar compras a precios más baratos.
La devaluación del peso argentino con respecto al dólar cambió la ecuación con respecto a la moneda chilena y ahora un peso argentino está más cerca de los 20 chilenos, que de los 30, como estaba antes. Por eso las compras dejaron de ser tan atractivas.
Según estimaciones extraoficiales la cantidad de personas que cruzan la frontera se reduce a la mitad con respecto a lo que se cruzaba el año pasado en otros fines de semana largo. Más allá del clima, que en esta época del año afecta a al transitabilidad de las rutas, en octubre pasado se contabilizó un promedio superior a los 3.000 argentinos que cruzaron al país vecino