Hace unos meses, precisamente el 24 de julio de este año, conocíamos la historia de un pequeño guerrero que estaba luchando con su familia contra una afección en la sangre. También el camino no fue nada fácil, ya que además de eso, tuvieron que luchar contra el tiempo, los trámites burocráticos y la obra social que parecía estar ausente.
Más allá de estas situaciones que perseguían a los Alvarengo, nunca bajaron los brazos y siguieron adelante, a pesar de todo. En la lucha contra la Leucemia Mieloide, pasaron por 5 ciclos de quimioterapia, complicaciones, virus intrahospitalario, entre otras, pero ellos nunca dejaron de pedir por la sanidad de su hijo. "Siempre tuvimos fe, siempre creímos en un milagro y dejamos todo en manos de Dios", expresó Brian, el papá de Miqueas.
Claramente que, en el devenir de los días, las preocupaciones y el estrés le jugaban una mala pasada, pero junto al apoyo de la familia pudieron sobrellevar el momento. Brian contó a Vía Ushuaia que "en momentos estuvimos solos, venían familiares de vez en cuando, pero la familia siempre estuvo unida acá, todos con una misma meta, que el gordo sane".
A menudo estamos acostumbrados a hablar de "suerte" o "cosas del destino", para referirnos al desarrollo y desenlace de una situación por la cual estamos atravesando, pero en este caso Brian y su familia sabían quién los acompañaba. "Muchos ponen otras cosas en primer lugar, nosotros a Dios. Siempre vimos obrar sobre la vida de Miqueas", dijo y resaltó que en cada obstáculo que se presentaba nunca les soltó la mano.
Al final, el trasplante que necesitaba Miqueas se pudo concretar con éxito. Asimismo, el niño fue alcanzado por el Covid 19, pero una vez más, logró recuperarse. Siempre acompañado de sus padres y de una fuerza sobrenatural, el pequeño fueguino es fiel reflejo de vida, testimonio de que muchas situaciones por más trágicas que parezcan, pueden revertirse. Hoy la familia Alvarengo puede decir "estamos bien, gracias a Dios, todo marcha excelente y 'el gordo', está excelente".
Brian Alvarengo no dejó de agradecer a todos los que ayudaron en el proceso, desde el día que declararon el diagnóstico hasta hoy. Brian agradeció al lugar donde trabaja su esposa, también "a cada profesional del Güemes, a cada persona de Ushuaia que puso su grano de arena, a las personas que hicieron colectas, a mis compañeros municipales, a la gente del Hospital Italiano. Mucha gente nos dio una mano", concluyó.