El proyecto de Presupuesto 2020 contempla por tercer año consecutivo no sólo un fuerte ajuste en los gastos de infraestructura sino que también reduce el monto destinado a los regímenes de promoción económica, que pasarán del equivalente al 0,68% del Producto Bruto Interno (PBI) a 0,55%, es decir una diferencia de 0,13 puntos o 20% menos.
Esto es porque las erogaciones en diversos programas cuyo objetivo es el desarrollo industrial pasará de $148.629 millones en 2019 a $175.425 millones en 2020, es decir una suba de sólo 18% que no llega a compensar una inflación promedio proyectada de 43%.
De acuerdo a las planillas de la ley de leyes enviada por el oficialismo al Congreso, una de las iniciativas más afectadas será la del bono fiscal que permitía a las empresas recuperar el 15% de lo invertido en bienes de capital.
Este reintegro llegaría a $12.750 millones durante este año, pero el próximo sufriría un recorte del 45% sólo en términos nominales para llegar a $7.007 millones, por lo que si se descuenta la inflación, el beneficio -que data de un decreto del 2001- sufrirá un ajuste real de 61,5%.
Así, su peso sobre el PBI se reducirá de 0,06% al 0,02%.
Se trata del certificado de defunción de una política que el Gobierno de Cambiemos entorpeció durante su gestión por el costo fiscal que implica para las arcas del estado y su desdén por el sector industrial. Es que de todos los programas, es el que más se vio afectado negativamente.
Otro de los regímenes que tendrá menos fondos será el de promoción de la micro, pequeña y mediana empresa, sancionada por el Congreso en 2016 a partir de una propuesta del Ejecutivo. El gasto tributario correspondiente al pago a cuenta de Ganancias del impuesto al cheque llegará a $28.800 millones este año y en 2020 a $32.900 millones.
También se retraerá el presupuesto para el régimen especial de Tierra del Fuego, que en 2019 terminaría en $58.741 millones para alcanzar los $68.793 millones en 2020, por lo que pasará de 0,27% del PBI a 0,22%.
Fuente: BAE Negocios.