“Estamos en un momento singular de la Argentina. Cuando en marzo veíamos los primeros datos de que la economía comenzaba a funcionar, llegó la pandemia que cambió la realidad del mundo”, así comenzó su discurso el presidente Alberto Fernández, durante la tarde del martes, en el encuentro de la Unión Industrial del Norte, realizado en la Hostería del Sol ubicada en la villa turística de San Javier.
“Apareció otra urgencia, el escenario penoso era el sistema de salud que había sido abandonado por quienes gobernaron antes, sacaron el Ministerio y dejaron vacunas abandonadas que se vencieron”, remarcó Fernández y añadió: “Tuvimos como premisa garantizar la salud de todos los argentinos, poniendo énfasis en los adultos mayores, para quienes el virus es más letal”.
En tanto, el presidente sentenció que “la mayor preocupación era que no nos pase lo que vimos en Europa u otros países de América, es decir, que los hospitales no puedan recibir gente. Entonces, a velocidad récord terminamos hospitales e hicimos hospitales modulares, en distintos lugares del país. Logramos incorporar de 3600 camas al sistema”.
“Había un aparato como el respirador automático que el mundo no tenía y vimos que dos hermanos, un ingeniero y un médico tenían una empresa que hacían 40 respiradores por mes, con el esfuerzo del Estado logramos hacer 400 y los pudimos enviar a países vecinos. La pandemia nos cambió la agenda, como al mundo entero, con la diferencia que no se tuvieron que encontrar con un país después de (Mauricio) Macri”.
Por último, Fernández indicó que “una pandemia es luchar contra un enemigo invisible que uno nunca sabe por dónde ataque. Sin embargo, volvimos a poner en marcha la economía y en el último trimestre comenzamos a recuperarnos”. En tanto, respecto a las críticas sobre la vacuna Sputnik V, “hasta hace 20 días, yo era un envenenador serial, y ahora resulta que me piden que consiga veneno para todos los argentinos”.