Carlos Mirk, de la Dirección de Guardia Urbana, le salvó la vida a un niño de tres años este mediodía en Plaza Independencia. El policía le practicó los primeros auxilios a un pequeño que se estaba asfixiando tras ahogarse con un chupetín.
"Alrededor del mediodía, el agente estaba cubriendo un corte de tránsito en Plaza Independencia, cuando observó a un grupo de personas que se congregaba alrededor de un menor. Se acercó y vio a los padres desesperados porque su hijo se ahogaba con un caramelo. Sin dudar, le practicó una opresión sobre el estómago y logró que arrojara la golosina", contó José Labrin, jefe de la Dirección de Guardia Urbana de la Policía.
Diariamente, unos 400 policías de Guardia Urbana recorren a pie, en bicicletas y en moto, el radio de las cuatro avenidas de la Capital. El agente Mirk forma parte del equipo de ciclopolicías que recorren la ciudad.
"El agente actuó rápido gracias a las capacitaciones de primeros auxilios que se imparten desde el Ministerio de Seguridad. Además, nosotros le inculcamos diariamente a nuestros agentes el servicio a la comunidad en todas sus manifestaciones. Nuestros equipos de paradas, ciclopolicía y motoristas están preparados para asistir a toda la sociedad", destacó Labrin.
Mirk aplicó la llamada maniobra de Heimlich, que es un procedimiento de primeros auxilios para desobstruir el conducto respiratorio, normalmente bloqueado por un trozo de alimento o cualquier otro objeto.
Tras la actuación del ciclopolicía, personal del 107 trasladó al menor al hospital por precaución.