Encuentro Indígena Tres Arroyos, a través de un comunicado, expresó su parecer sobre la restitución de los restos arqueológicos al Sitio de la Memoria de los Pueblos Originarios.
En el mismo expresa que se trata de un acto de justicia y de reparación histórica amparado en la legislación local, nacional e internacional.
El comunicado completo indica lo siguiente:
Desde Encuentro Indígena Tres Arroyos venimos construyendo colectivamente una modificación sustancial en el paradigma vinculado al universo de las restituciones de restos humanos y sus ajuares correspondientes.
Este camino, que se entrelaza con el proceso histórico que se viene desarrollando en el país, se va transformando, se va mutando en función a las realidades territoriales que se vinculan con estos actos de justicia y reparaciones históricas.
Los Estados, en todos sus órdenes, han vulnerado los derechos indígenas de formas sistemáticas y, en algunos casos, de maneras inimaginables. Conocemos las disputas actuales vinculadas a las identidades, los derechos territoriales, la historia, la crueldad permanente, el despojo, los silencios y las violencias enmarcadas en los paradigmas de una falsa aculturación.
Sabemos que un nuevo paradigma genera resistencias y debates. Sabemos que estas resistencias se anclan sobre preceptos y contradicciones que la misma historia pretende develar, reconocer, poner de manifiesto. Y las voces que antes pretendían sostener lo prestablecido, muchas veces se levantan para omitir, para desprestigiar, para consolidar la aberración y los dolores de la tierra.
Hoy, Encuentro Indígena de Tres Arroyos, amparado en la legislación local, nacional e internacional vuelve a confirmar que el proceso de Restitución de los Restos Humanos y sus Ajuares al Sitio de la Memoria de los Pueblos Originarios de la ciudad de Tres Arroyos es un acto de amor, de respeto, de verdad y justicia.
Es, además, un reencuentro con los mundos indígenas que nos habitan, nos cobijan y nos entrelazan. Y es una respuesta a la demanda de centenares de vecinos y vecinas, de organizaciones políticas y culturales, de organizaciones indígenas y de personas que reconocen en este acto, un sendero de aprendizaje y comunidad.
Sabemos que el camino es duro y que los mantos del olvido pretenden ocultarlo todo. Sabemos que nuestro propósito debe seguir surcando los espacios del diálogo y la palabra. Y sabemos que, por sobre todas las cosas, la verdad siempre se presenta victoriosa.