Durante la conferencia de prensa conjunta para dar a conocer el proyecto urbanístico Sans Souci de Tandil, surgieron diferencias entre el intendente de la ciudad, Miguel Lunghi, y el gobernador bonaerense Axel Kicillof. Fue tras el anuncio de una inversión inicial de $2.694 millones para las primeras 156 casas.
Si bien el foco en Tandil era el anuncio del proyecto en Sans Souci, que contempla la construcción de 416 viviendas y 360 lotes con servicios, así como la incorporación de jardines de infantes, una escuela secundaria, un centro de salud y un espacio deportivo, financiado tanto por la provincia como por el Plan Procrear, Miguel Lunghi y Axel Kicillof vivieron un tenso momento.
Al inicio de la conferencia en Tandil le preguntaron al intendente si aprovecharía la ocasión para hacer algún pedido al gobernador. Sin embargo, Kicillof se adelantó y, intentando hacer una broma, dijo: “Me pidió salames, pero le dije ‘esto es Tandil’”.
El chiste no fue bien recibido por el intendente de Tandil, quien buscó mantener la compostura y manifestó: “Me parece que como político hay que ser correcto”. Además, agregó: “La inversión que se va a realizar en Sans Souci... Axel habla de 3 mil millones, pero creo que se queda corto”. En ese momento, la sonrisa del gobernador desapareció por un instante, como se puede ver en el video de la conferencia.
Tras el ida y vuelta, el gobernador bonaerense aclaró que los $3.000 millones solo representan la etapa inicial del proyecto y que no están relacionados con la subida de precios. Sin embargo, Lunghi tomó distancia de esa declaración y afirmó que las redeterminaciones de precios las paga el municipio, algo que no le gustó a Axel Kicillof: aclaró que se refería específicamente a Sans Souci, pero el intendente corrigió diciendo que se refería al resto de los proyectos.
Después del reclamo, el intendente pidió evitar entrar en un debate, y Kicillof, entre risas, comentó: “Acaba de hablar de corrección política y dice esto”. El intendente continuó hablando sobre los desafíos y la necesidad de recursos para mejorar la infraestructura básica de Tandil en medio del contexto económico.
El jefe comunal también mencionó también el problema de la rotonda en la ruta 226, donde circulan 40.000 autos por día, y sugirió la construcción de un puente en esa zona. Aunque Lunghi planteó el pedido, Kicillof respondió entre risas incómodo: “No es momento”, haciendo referencia a las palabras del intendente.
El jefe comunal solicitó específicamente “ayuda y acompañamiento en las gestiones que venimos realizando ante Vialidad Nacional”. Kicillof respondió diciendo que lo estudiará y afirmó que recién se estaba enterando del problema del puente. Añadió que sí es un problema y que lo analizarán más adelante.