El ciclo lectivo 2019 se puso en marcha este miércoles y los padres de los alumnos de un colegio privado de la capital se dieron con la desagradable sorpresa de sus hijos habían adquirido golosinas cuya fecha de vencimiento había caducado.
Ante la denuncia de los progenitores, los organismos bromatológicos se lanzaron a hacer controles a diferentes quioscos de escuelas. "No se va a tolerar este tipo de infracciones, porque está en juego la salud de los chicos. Se tomarán las medidas que corresponden", señaló un funcionario de Bromatología.
También indicaron que los controles se extenderán a los vendedores ambulantes. "Muchas veces tienen las golosinas u otros productos alimenticios en recipientes que no son los adecuados, ya que no guardan los mínimos requisitos para la buena conservación de los mismos", comentó.
Ya advirtieron a los propietarios que tienen que tener todos los papeles en regla y que también controlarán como elaborán los alimentos que luego ofrecen a los chicos. "Se puede llegar hasta la clausura del local", concluyeron en declaraciones a El Liberal.