Después de tres años, la investigación sobre la muerte de Emiliano Sala incorporó nuevos indicios sobre lo ocurrido en el canal de la Mancha. Según publicaron este miércoles medios británicos, el exfutbolista de Cardiff City y Nantes sufrió una intoxicación “severa” por inhhalación de monóxido de carbono.
A partir de los últimos resultados de análisis de sangre, es probable que el deportista haya estado inconsciente en el momento en que cayó al agua. En este sentido, la hipótesis apunta a los gases del escape de la avioneta que piloteaba David Ibbotson.
El diario The Mirror informó que Sala tenía un nivel de saturación en sangre del 58 % de monóxido de carbono. Por eso presumen que sufrió un “envenenamiento severo” durante el viaje desde Francia hacia Gales.
En primera instancia, la investigación determinó que el santafesino de 28 años falleció por “lesiones graves en la cabeza y el pecho”, un diagnóstico compatible con las consecuencias del impacto en el canal de la Mancha. Ante la posibilidad de que se haya intoxicado en los minutos previos, el patólogo Basil Purdue no descarta que el futbolista haya estado “profundamente inconsciente” en ese omento.
Otro nuevo dato de la investigación en curso en Bournemouth es que los dueños de la avioneta le habían prohibido volar al piloto fallecido. Debido a un par de faltas reportadas por la Autoridad de Aviación Civil, los propietarios le habían pedido a David Henderson que no contratara a Ibbotson, pero esto ocurrió de todos modos.