Un hombre de 35 años fue imputado por el femicidio de su esposa en Las Toscas este domingo. Según el Ministerio Público de la Acusación (MPA), las primeras pruebas sugieren que había empezado a planificar el asesinato 15 días antes de denunciar la desaparición de Estela Maris Gómez para ocultar el crimen.
Tal como trascendió en primera instancia, el fiscal Norberto Ríos sostuvo que Juan Luis Chará envió mensajes con el celular de su pareja para fingir que ella quería abandonarlo y así acudir luego a la policía para advertir que había abandonado el hogar. De acuerdo a la hipótesis oficial, la verdad detrás de esa mentira es que el último martes al mediodía la había atacado a golpes hasta dejarla casi inconsciente y para luego atarla de pies y manos.
"La víctima realizó maniobras defensivas para intentar liberarse de las ataduras, pero el imputado le terminó dando muerte por asfixia mecánica con la misma soga y/o por sofocación", detalló el representante del Ministerio Público de la Acusación (MPA). Al día siguiente fue a pedirle ayuda a sus vecinos para hacer el contrapiso debajo del cual la policía hallaría el cadáver.
Según el funcionario a cargo de la causa, Chará empezó a cavar el pozo 15 días antes en una habitación de la vivienda ubicada sobre Pasaje Público entre las calles 18 y 20 del barrio Virgen Niña. La víctima y el imputado se habían casado en febrero de 2007 y tenían dos hijos. El jueves, a 48 horas del asesinato, el marido fue a la Comisaría 5° a denunciar la desaparición, pero el operativo acabó por develar el crimen y lo ubicó como principal sospechoso.
Desde la Fiscalía adelantaron que pedirán la prisión preventiva este martes a las 11.30 en la segunda audiencia para analizar las medidas cautelares en relación al caso. Además, el juez Santiago Banegas autorizó entrevistar al hijo mayor de 11 años en cámara Gesell para profundizar la pesquisa.