El servicio de recolección de residuos está en jaque por la abultada de deuda que mantiene el municipio con Cliba, una de las empresas encargada de esa tarea. Desde la empresa amenazaron con abandonar los trabajos si no se abona los 306 millones de pesos.
A través de un comunicado, la firma precisó que hizo todos los esfuerzos para mantener el servicio sin afectar a los ciudadanos. "En el actual contexto económico, resulta imposible continuar trabajando en estas condiciones", informaron.
A pesar de las advertencias de la empresa, el municipio no hizo frente al pago de la deuda y el servicio de recolección está en la cuerda floja. La fecha límite para resolver la situación es el 21 de octubre. En caso de no saldar la deuda, la firma rescindirá el contrato y dejará de prestar el servicio.
"Hace un mes la empresa presentó una carta documento advirtiendo sobre la situación y la decisión de rescindir el contrato",aseguró a Aire de Santa Fe Gustavo Almada, empleado y delegado de la firma.
En la actualidad la prestación del servicio es normal sin embargo la actividad que se redujo es la vinculada con el levante de montículos como consecuencia de la reducción en la flota de vehículos.
En paralelo hay una gran preocupación de los 243 trabajadores, que ven amenazados sus puestos de trabajo, sobre todo desde que Cliba empezó a retirar los camiones nuevos.
Por otro lado, la misma situación podría suceder con Urbafe, la otra empresa encargada de los residuos y a la que se le debe un monto similar.