Todo indicaba que este fin de semana previo al 35º aniversario mariano se iba a producir una importante afluencia de peregrinos al Santuario. Sin embargo, un poco por la crisis y otro poco por la incertidumbre misma del paro, el movimiento distó mucho del de años anteriores y preocupa sobre todo por el impacto en la economía de la ciudad.
A ello se suma que la UTA finalmente confirmó su adhesión y no habrá transporte en todo el país. Las unidades de Vercelli, en tanto, dejarán de funcionar desde el primer minuto del martes.
"Hay muchas dudas en la gente y en las empresas del sector por si va a haber piquetes o no, y eso puede generar temor en relación a que nadie quiera quedar varado en la ruta", había confiado la semana pasada el propio director de Turismo local, Esteban Gerad, cuando todavía se especulaba con un posible parate. Lo cierto es que el panorama de servicios estará reducido, también con el pliegue de Empleados de Comercio y Gastronómicos.
Por su parte, el Movimiento Evita y la CTEP se estarán movilizando desde las 11 al campito y no descartan que haya cortes en los accesos por autopista y ruta 188.
"Aunque las expectativas son escasas, seguramente con los creyentes locales y de los zonas aledañas, la celebración alcanzará un buen nivel de peregrinos para la procesión y la misa central de las 15", dispararon desde el Municipio, aunque no escondieron su preocupación.