De acuerdo a las estadísticas del cuartel de bomberos local, desde que arrancó el 2018 en el municipio se registraron 185 incendios, de los cuales casi el 50% fueron por quema de basura y pasto en diversos descampados.
"Cuando esto sucede, el fuego arrasa con sembradíos y postes, ocasionando algunas veces el incendio de galpones, vehículos o viviendas aledañas", puntualizó el subcomisario y jefe del cuartel Daniel Omar Cano.
"También se consumen alambrados, lo que provoca que los animales se suelten y terminen en la vía pública pudiendo causar accidentes", explicó en diálogo con El Norte, además del desgaste de recursos humanos y logísticos.
“En este punto queremos hacer un llamado a los vecinos para que se abstengan de prender fuego y así evitar tanto pérdidas materiales como de vidas humanas”, cerró.