Silvana Chavero, de 49 años, vive en Villa Mercedes. Estudió el curso de Impresión y Modelado 3D en la Universidad Provincial de Oficios “Eva Perón” (UPrO), y como tiene a su hermano campeón puntano de ajedrez se le ocurrió fabricar piezas especiales que se adapten a personas con esta discapacidad. Por este emprendimiento recibió uno de los subsidios que entrega la institución pero necesita ayuda económica para continuar con su emprendimiento.
Según contó Silvana a Diario de la República, la idea surgió al ver que a los jugadores ciegos les cuesta mucho conseguir los tableros y las piezas. Y si bien “hay un fabricante español que los hace, pero son bastante caros”, aseguró.
Lo que diferencia estos tableros y piezas especiales con la de los jugadores convencionales es que cada jugadora o jugador debe desplazar sus fichas en un tablero por separado, para que cada uno tenga una representación de lo que está sucediendo en la partida.
Para evitar que se caigan y, a su vez, poder sentir mediante el tacto las ranuras que las diferencian, todas tienen por debajo una suerte de clavo, que sirve de encastre con las casillas.
La semana pasada, Silvana recibió una máquina nueva que le brindó la UPrO para que avance en su emprendimiento. “La verdad es que me viene muy bien. Por medio de mi hermano, algunas personas ya se han comunicado conmigo para pedirme presupuestos y espero poder continuar”, expresó, y agregó que la pueden contactar mediante su Instagram que es Impresiones_Sil, o al número 2615328528.
Más ideas y juegos para ayudar a los ciegos
Silvana contó que desde siempre le gustó el trabajo que implica el uso de sus manos; hizo artesanías de distintos tipos, tejidos y algunas más. Y ver a su hermano jugar, descubrió que con su idea podía ayudar más.
Ahora no sólo piensa en ajedrez, sino que tiene en mente ampliar opciones. “Todo esto está hecho con impresora 3D y mi proyecto es poder continuar con otros juegos para ciegos; tengo pensado hacer algunas damas. También tengo la idea de poder crear algunos que sean de tipo didácticos para chicos que puedan tener alguna discapacidad o no”, confesó la emprendedora, quien argumento nos ser fácil el manejo de una impresora de 3D y mucho menos el mantenimiento.
Silvana sostuvo que en los últimos años el rollo de filamento, que es la materia prima que utilizan, aumentó casi cinco veces su valor. Por lo que para seguir con su emprendimiento, ella acude a todo tipo de posibilidades de financiación que pueda surgir y le gustaría llegar a un acuerdo con instituciones vinculadas a personas con discapacidad para poder hacer un trabajo en conjunto.