Un hecho curioso ocurrió este domingo en Villa Mercedes. El personal de la Drim (División Respuesta Inmediata Motorizada) quiso identificar a Jorge Chavero y hacerle un test de alcoholemia para saber lo que era evidente: que estaba ebrio al volante. Pero el hombre, no solo no colaboró, sino que se tornó demasiado violento.
Chavero lanzó puñetazos a los policías y alcanzó a darle a uno de los efectivos en la cara. Cuando finalmente lograron reducirlo, descubrieron que, además de resistirse a la autoridad, también había cometido otro delito.
El hombre se encontraba violando una restricción de acercamiento a su expareja, quien reside a la vuelta de la esquina del lugar donde lo demoraron, en el barrio Hipólito Yrigoyen.
La fiscal Daniela Torres, planteó que Chavero sea imputado por “desobediencia de una orden judicial, desobediencia a la autoridad y atentado a la autoridad agravado”.
Por su lado, los defensores Germán Anabitarte y Alexis Chavero, hijo del detenido, solicitaron una prórroga del arresto de 5 días. Aclararon que la desobediencia a la orden judicial que le imputa la fiscal es en perjuicio de la sociedad y no de la expareja, ya que, en esta ocasión, la mujer no lo denunció por haberse acercado a ella.
Según Anabitarte, la prohibición de acercamiento es mutua. La ex del imputado tampoco puede arrimarse a Chavero. “Han tenido una relación un tanto enfermiza, con idas y vueltas y denuncias cruzadas”, explicó a El Diario de la República.
No obstante, aunque el abogado dijo que su cliente jamás violó la perimetral, la fiscal sostuvo que existen varias denuncias de la ex, quien describió el constante hostigamiento que sufrió de parte del hombre.
Las investigaciones, por el momento, siguen en curso.