La semana pasada, Luciana Sosa, una joven de 23 años de San Luis capital, expuso públicamente el calvario que vive hace meses a causa de su ex pareja, Exequiel Ocaña. Ella lo denunció en reiteradas oportunidades por agresiones, abusos e intentos de femicidio, pero él sigue en libertad.
La joven se animó a contar parte de lo vivido y dio un crudo testimonio a Vía San Luis:
“Yo me puse en pareja en abril (2022), en mayo me fui a vivir con él y ahí me empezó a pegar.
Vivíamos con mi hijo y me pegaba todos los días. Con o sin motivo, siempre buscaba algo para agredirme. A mi nene nunca le pegó, por suerte, pero lo insultaba: le decía ‘pendejo culiado’ (entre otros insultos irreproducibles)”, comenzó contando Luciana.
El testimonio de Luciana: las agresiones, abusos sexuales e intentos de femicidio de Exequiel Ocaña
En sus declaraciones a este medio, la joven denunció que Ocaña “es una persona que vende drogas, es adicto”, y relató la terrorífica situación que le tocó vivir con él:
“Tengo perimetral con él desde el 5 de noviembre. Hay denuncias radicadas desde septiembre. Pero ese 5 de noviembre, él me sacó de mi casa con mi hijo y me llevó a Balde. Allá me pegó, me dejó sola. Después a la madrugada volvió.
El 5 de diciembre me quiso prender fuego. Me abrió la garrafa y yo empecé a gritar… También me quiso chocar con el auto. Yo creo que tuve un Dios aparte ese día: me corrí y él se la puso contra una casa.
Después de que a él lo metieron al calabozo. Pero cuando salió, el calvario fue peor: ahí empezó a abusar sexualmente de mí. Me obligaba a tener relaciones y me hizo todo lo que te pudieras imaginar.
La última vez que lo vi, el sábado pasado, me puso un cuchillo en la panza y en el cuello, y me dijo que él orgulloso iba a ir preso cuando me mate”, añadió Luciana a su crudo testimonio.
¿Por qué Ocaña sigue en libertad?: Las denuncias de Luciana y la pasividad de la Policía de San Luis
La joven, además de exponer algunas de las heridas que le dejó esta persona, relató que lo denunció a la Policía en reiteradas oportunidades. Todavía su agresor sigue en libertad.
Según contó Luciana, Ocaña actualmente “se fue de la provincia, todavía no lo agarran. O al menos eso es lo que él dijo, capaz está escondido”.
La joven no podrá encontrar la paz hasta que Exequiel Ocaña sea privado de su libertad y pague por sus agresiones, sus abusos sexuales y sus reiterados intentos de femicidio.
Desesperada, Luciana puso el grito en el cielo y espera que la Justicia actúe para no tener que vivir con miedo a causa de una persona, según denunció, hostigadora, golpeadora, violador y femicida.