Este lunes cerca de las 18, dos jóvenes se encontraban en la puerta de un supermercado ubicado en la intersección de las avenidas Centenario y Riobamba, cuando cuatro móviles de la Policía llegaron y se los llevaron detenidos sin motivo alguno.
Con el correr de las horas, la madre de uno de los muchachos estaba preocupada por que no volvía a su casa. Decidió llamar al 911 para realizar una denuncia y le pidieron que se acercara personalmente.
Al llegar, los efectivos le anunciaron que su hijo junto a su amigo se encontraban demorados en la seccional 2° de la capital puntana.
“El seguridad había visto una situación rara, porque quisieron abrir la puerta de un auto y las cámaras de seguridad lo captaron”, le informó la hermana de uno de los detenidos a El Chorrillero.
“No había nada real. Era mentira. No podíamos anclar una sola línea de la historia de la Policía. Mientras más indagábamos era peor”, cuestionó.
Después de varias horas, los jóvenes recuperaron su libertad y le contaron a sus familias todos los malos momentos que vivieron mientras estaban demorados.
Al parecer, la policía no los dejaba ir al baño y les daban botellas para hacer sus necesidades. Además, todas las pertenencias que sus familias les habían llevado, se las dieron el mismo día que recuperaron su libertad.
“Los efectivos se burlaban de él. No le dejaron hacer ninguna llamada. El trato no fue bueno. El colchón estaba sucio con orina”, concluyó la hermana de uno de los detenidos.