Si bien el mundo del fútbol destaca mayormente las duras historias de aquellos que se convirtieron en estrellas, no se debe desvalorizar y dejar de lado a todos aquellos chicos que, con grandes esfuerzos y sacrificios, dejaron todo por llegar al fútbol grande de Argentina y hoy siguen jugando por amor a la pelota.
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Una dura estadística marca que sólo entre el 3 y el 5 por ciento de los jugadores de un club llegan a Primera. Y en este artículo queremos destacar a ese 97 por ciento que dejó todo.
Leandro Tapia (25), Cristian Bazán (21) y “Nacho” Aman (27) pasaron por clubes como Boca, Argentinos Jrs., Gimnasia de La Plata, Newell’s y Rosario Central. Estos 3 puntanos que se desempeñaron en los mejores y más grandes clubes del país, hablaron con Vía San Luis y contaron sus experiencias.
Uno por uno, repasamos las carreras de estos 3 futbolistas que hoy se desempeñan en la Liga de San Luis y que, a su vez, se encuentran trabajando y estudiando en miras a un futuro mejor.
Leandro Tapia (25 años)
Comenzó a jugar desde muy chico, a los 6 años en el CAI San Luis. Tras un paso por Huracán, donde fue campeón, empezó a jugar en Aseba, un club muy importante para él.
Más allá de varios títulos ganados, fue en esta última institución en la que logró ganarle un campeonato disputado en Vicuña Mackenna al club rosarino Newell’s Old Boys. La “Lepra”, tras este torneo, se fijaría en él.
Al año siguiente de disputado ese importante encuentro, Tapia se probó en el “leproso” y pasó a formar parte del equipo. Pero cuando todo venía bien, la mala suerte se hizo presente.
Antes de disputar su tercer partido en AFA con el club, sufrió en un entrenamiento una fractura de tibia y peroné con distención de ligamentos y rotura de articulaciones cerca del tobillo. “Estuve parado 11 meses. Al otro año terminé jugando en la liga rosarina, no me podía recuperar bien de la lesión y no me querían dar más pensión”, contó el hoy jugador de Unión de San Luis. Por esto, decidió volver a su provincia natal.
Pasó por, GEPU y Juventud, donde salió campeón de la Copa Xilium, luego su representante lo llevó a Gimnasia de La Plata, y, tras una pubalgia, regresó definitivamente a San Luis.
Tras un nuevo paso por Juventud, pandemia de por medio, terminó arribando este 2021 a Unión donde actualmente se desempeña como número “9″ y capitán.
Hoy Leandro, pelota de por medio, se encuentra trabajando en la construcción con su padre ya que los pagos de la Liga Sanluiseña no permiten sostenerse económicamente a muchos jugadores.
Cristian Bazán (21 años)
“Arranque a los 6 años en Estudiantes de San Luis y a los 9 años me fui a Argentinos Jrs. Hice infantiles e inferiores allá. En ese tiempo estuve convocado a la Selección Argentina Sub 15 y jugué un Sudamericano con el equipo”, contó Cristian.
El jugador que se desempeña actualmente en la Liga Sanluiseña, comentó también que estuvo convocado a los entrenamientos por la Selección sub 17, más allá de que no disputó ningún partido internacional en la categoría.
Tras pasar por Argentinos Jrs., Bazán pasó por Newell’s y Atlético Tucumán. Ya a mediados de 2019 volvió a San Luis a jugar el Federal A con el “Juve” y hoy se desempeña en Unión de San Luis.
Cristian también se encuentra trabajando en estos días: “Estoy en una tornería, viendo si puedo estudiar alguna carrera que esté relacionada con el fútbol, para más adelante”.
Ignacio Aman (26 años)
Otro puntano que comenzó a jugar al fútbol de pequeño. Cuando se desempeñaba a temprana edad en ASEBA, “Nacho” se encontró con la oportunidad de una prueba que vino a hacer el club Boca Juniors a San Luis.
Tras la prueba, en la que convenció a los veedores, el jugador fue llevado a Buenos Aires. Luego del selectivo en el que se “probó” junto con 400 otros chicos, logró quedar y formar parte del club junto a otros “5 o 6 chicos más”, según contó.
Tras un año y medio en el “Xeneize”, quedó como “libre”. “Fue algo duro para algunos, a muchos los tomaba por sorpresa (que les digan que no seguían en el club)”, contó Aman. “Nos reunieron a todos en una habitación y nos dijeron cara a cara quienes quedaban y quienes se iban del club”, añadió.
De allí emigró a Rosario Central, de donde terminó yéndose repentinamente debido a la difícil situación que atravesaba en la pensión del club. “Muchas veces me robaron cosas, había muchas peleas. Era difícil, tenías que hacerte respetar”, comentó sobre esa mala experiencia.
Después de eso, recaló en Juventud de San Luis, donde ganó también la Copa Xilium junto a Tapia. Actualmente se encuentra jugando para Huracán de San Luis.
“Nacho”, además de jugar al fútbol, se encuentra estudiando y trabajando en el club del que es jugador. “Estoy terminando las prácticas para recibirme de profesor de Educación Física a fin de año y estoy laburando de profe en Huracán con la categoría 2005″, contó.
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