El domingo a la madrugada una familia de turistas que iba hacia Buenos Aires a la altura del kilómetro 603 de la Autopista 55, cerca de Nueva Galia en San Luis, chocó a un ciervo. Afortunadamente lo siete ocupantes del Citroën C4 resultaron ilesos, pero el animal, una especie apreciada y protegida por ley, murió por el impacto.
Según informaron fuentes policiales el auto era manejado por Ángel Gallardo, de 37 años, que conducía desde San Juan hacia la provincia de Buenos Aires, donde tiene domicilio. Iba con su familia, entre ellos tres menores, pero por suerte nadie resultó herido; solo tuvo que lamentar daños en el rodado.
Sus ocupante eran Agustín Felipe Pérez, de 68 años, Mabel Molina, de 65, Gema Cecilia Molina, de 36, y tres hijos de ella y el conductor de 9, 7 y 5 años resultaron ilesos.
Según le habría contado Gallardo a la Policía, el animal se cruzó de repente y no pudo esquivarlo. Tras el choque, el auto quedó a un costado de la banquina oeste.
Alrededor de las 6 del domingo, una grúa del Ente de Control de Rutas trasladó al vehículo y a sus ocupantes hacia la localidad de Nueva Galia.
Fuente: El Chorrillero / El Diario de la República