La obra de mejoramiento de la avenida Ignacio de la Roza, la segunda en importancia en la provincia, fue uno de los proyectos más ambiciosos de la gestión del gobernador Sergio Uñac. Los trabajos no sólo incluyen el ensanche de la arteria sino también la colocación de semáforos inteligentes y la modernización total de un tramo clave para descomprimir el tránsito que fluye de Capital a Rivadavia y viceversa.
Una de las partes claves del proyecto arquitectónico incluye el soterramiento casi total de servicios con materiales de alto grado de modernización. Se reemplazaron los anteriores servicios, que estaban deteriorados y colapsados, por secciones mucho más amplias y seguras. En segundo lugar, se reemplazaron los antiguos semáforos por semáforos inteligentes que agilizan el tránsito de acuerdo a cada hora del día, lámparas led autorregulables que proveen mayor iluminación y un importante ahorro energético. Sumado a ello, se planta una variedad de árboles que garantizan la cobertura casi total de la extensión de la calzada.
La tercera parte del proyecto fue el ensanche de la avenida Ignacio de la Roza. Según informaron desde el Ministerio de Infraestructura se duplica la calzada, que contaba con un carril y medio por mano y pasará a tener seis en total. También se realiza la apertura de calle Echeverría; la obra total facilita el flujo vehicular de la provincia tanto de norte a sur, como de este a oeste.
La obra demandó una inversión de $300 millones de pesos, que aportó la provincia en su totalidad. Esta no es la única obra vial urbana de gran impacto. La otra es la colocación de un puente, que conectará el Teatro del Bicentenario con el Centro Cívico. Esta obra también se realiza con fondos provinciales.